| Mitad de legislatura. Alberto Núñez Feijóo resolvió el miércoles la remodelación de Gobierno, que venía impuesta por las candidaturas de Beatriz Mato y José Manuel Rey Varela a a las alcaldías de A Coruña y Ferrol. Aprovechó para hacer más reajustes, y marcó prioridades para la segunda mitad de su mandato. Hay una Consellería para la preparación del Xacobeo 2021, la de Cultura e Turismo, y la Formación Profesional eleva su rango, al aparecer en los tituares: Consellería de Educación, Universidade e FP. Feijóo había prometido que esta sería la legislatura del rural, y decide darle un nuevo impulso cambiando al titular. Pone al frente a José González, un diputado comprometido con el campo y que el propio presidente ha calificado de "puntal", tras tejer con el PSOE el gran primer pacto forestal en 26 años en Galicia. Al presentar a su nuevo Gabinete, Feijóo aseveró que la comunidad está mejor que en 2009, cuando por primera vez pisó el despacho de la Presidencia de la Xunta, y que en 2016, cuando logró su tercer mayoría absoluta. A Feijóo le tocó capear una crisis económica brutal, a nivel mundial, de la que todavía no nos hemos recuperado, aunque lo peor ya pasó. Galicia crece, pero hay síntomas de desaceleración, y lo que necesita es crecer más y recortar distancia con las comunidades más avanzadas de España. Salir del vagón de cola. Ese es el gran reto del presidente de la Xunta, que, por otra parte, puede presumir de llevar nueve años al frente del timón autonómico, y el ejercicio del poder no le ha erosionado en demasía. Contribuye tener en frente a una oposición, que no termina de despegar, enfrascada en cuitas internas. Ante la cercanía de las elecciones municipales, la oposición quiere marcar distancias entre sí, y así nos la topamos enredada en escaramuzas dirigidas a desgastar a sus competidores en el bando de la izquierda. En vez de ir a meter el gol en la portería del PP, juegan a ampliar el marco de su finca. En Marea y BNG fueron los promotores de la comisión de investigación de O Marisquiño, en el Parlamento gallego, haciéndole un favor al PP, que no la pidió, pero que con su abstención la hizo posible. Buscan una oportunidad para intentar desgastar a Abel Caballero, imbatible en Vigo. Volvió a pasar esta semana. El Bloque impulsó una iniciativa para presionar al Gobierno de Pedro Sánchez para que acelere sus planes para hacer público el Pazo de Meirás. Que se tome tanta prisa con el pazo, como hizo para aprobar el decreto ley para sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos. No le falta razón a los nacionalistas. El PSdeG se resistió, pues vio intenciones espúreas y demandó tiempo para dejar trabajar al Gobierno. Pedir algo que ya se había exigido era reconocer que los compañeros de Madrid no habían sido diligentes. Pero se dio cuenta de que quedaba tocado con su negativa y en dos días intentó visualizar su compromiso y el del Ejecutivo central para "devolver Meirás a los gallegos". Gonzalo Caballero se reunió con el alto cargo del Gobierno español responsable de hacer posible que los herederos del dictador no disfruten de un pazo, un pazo que debería ser celebrado como la morada de Emilia Pardo Bázan, una gran escritora y defensora de los derechos de la mujer.
| Podemos. Habrá pugna por el liderazgo de Podemos en Galicia. Carmen Santos se hace a un lado y no optará a a la reelección, pero de su entorno saldrá una lista que pugnará con la del diputado en el Congreso, Antón Gómez-Reino. El parlamentario goza del apoyo de la dirección nacional del partido morado. Resulta curioso, pues Gómez-Reino se decantó en su momento por Íñigo Errejón para liderar Podemos, pero desde entonces y desde la plataforma de la Cámara Baja, ha ido tejiendo complicidades y ha logrado resituarse. Hace dos años, respaldó la candidatura de Angela Rodríguez, que estaba impulsada por Errejón, frente a la de Carmen Santos, que tenía el visto bueno de Pablo Iglesias. ¿Quién ganará ahora? ¿Puede pasar en Galicia lo que sucedió en Cataluña? Allí Noelia Bail acaba de imponerse al candidato de la dirección nacional de Podemos. Licenciada en Ciencias Políticas y Derecho, la nueva secretaria general de Podem era la coordinadora del círculo de feminismos y sexualidades de la formación.
| Formación naranja. Cuando Ciudadanos se pregunte por qué Galicia se le resiste electoralmente, que no busque razones aquí. La responsabilidad es suya. No conocen Galicia, y persisten en el error. Tropiezan en la misma piedra, una y otra vez. La última, el pasado miércoles, cuando el diputado Toni Cantó proclamaba en el Congreso: "El castellano ha desaparecido en lugares como Galicia. Es un hecho que nadie puede negar". Cantó no tiene ni idea de qué pasa en esta esquina del Noroeste, y si hay un idioma que está en minoría y en peligro, y debe ser protegido, es el gallego, no el castellano. ¿Si un partido no conoce qué lenguas se hablan, qué más no sabrá de esta comunidad? ¿Qué podemos esperar de las propuestas que para Galicia puedan plantear? Por cierto, Cantó, que tras la polémica matizó sus declaraciones, lanzaba su "hecho innegable", en el debate de una proposición de ley en el Congreso para que el conocimiento de las lenguas propias de las comunidades fuese un mérito y no un requisito para acceder a un empleo público. ¿Acaso los ciudadanos que hablan en gallego no tienen derecho a ser atendidos en su idioma, igual que los castellanoparlantes, cuando acuden a la Administración? Por cierto, la propuesta contó con el apoyo del PP.
| Seis años. "A pesar de que se vulnera la Constitución y la Declaración de Derechos Humanos, dimito ante la presión de aquellos que fueron incapaces de ganarme en las urnas. Es de lo que más me apena: ver a una llamada izquierda cobrarse una víctima política de un modo tan torticero". Así anunciaba en 2015 Xosé López Orozco que se iba y cedía el paso a Lara Méndez para que el PSdeG retuviese la alcaldía de Lugo. Orozco había sido el candidato más votado, pero necesitaba el apoyo del BNG y Lugonovo para ser investido. Se lo negaron por sus imputaciones judiciales. Esta semana, la Audiencia de Lugo archivaba la investigación de la grúa contra el exregidor. Es la sexta causa abierta contra él que se cierra. Aún le quedan tres. Ésta última llevaba abierta seis años. ¡Seis años en los que Orozco sufrió la condena política y social! La Justicia si es lenta no es Justicia. ¿Quién resarce ahora al exregidor?
