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Tribuna libre

Arturo Noguerol, otro mártir ourensano

Llevamos un tiempo escuchando y leyendo sobre las desgracias ocurridas con la guerra civil provocada por un golpe de estado ocurrido en julio de 1936 y encabezado por el general Franco y sus secuaces, contra el gobierno legítimo de la República. Sobre el particular, sobre la represión en la postguerra y la dictadura de 40 años, sobre la ley de memoria histórica, sobre los muchos asesinados, que después de tantos años continúan enterrados en cunetas y fosas comunes, sin que los familiares puedan recuperar sus cuerpos, llevamos leído y escuchado variadísimas versiones, algunas peregrinas e incluso insultantes, de personas que defienden la represión y la muerte ejercida por franquistas y falangistas desde el primer minuto. Como fue en el caso de Galicia, donde fueron asesinadas miles de personas, según los estudios de nuestros más importantes historiadores. Donde casi todos los alcaldes republicanos de las grandes ciudades fueron masacrados sin juicio alguno o por medio de juicios "ad hoc". Entre ellos el que era alcalde de Ourense, Manuel Suárez Castro, fusilado el 28 de julio de 1937. Donde se asesinó a magníficos maestros, como muchos pertenecientes a la ATEO ourensana, que ya comentamos en su momento en un artículo, y a estupendos médicos o a trabajadores y sindicalistas, fusilados o "paseados" por sus ideas sin compasión alguna de sus verdugos. E incluso a algunos militares que, por dignidad, no se habían sumado al golpe de estado del ejército de Franco. Son significativos, entre otros muchos, los fusilamientos de Jacinto Santiago, de Xosé Díaz (padre de Isaac Díaz Pardo), de Ánxel Casal, de Roberto Blanco Torres, asesinado por la espalda y arrojado en una cuneta cerca de Bande, y, muy en especial, el del ourensano Alexandre Bóveda, después de un inmoral juicio sumarísimo injusto, que fue fusilado en la Caeira pontevedresa el 17 de agosto de 1936, cuando aun no se había completado el mes del golpe de estado fascista. Y muchos asesinados por la espalda y enterrados en cunetas que estaban presos en los monasterios de Oseira y Celanova, convertidos en cárceles. Hubo también muchos que, por suerte o ayuda de amigos y familiares, salvaron su vida pero fueron represaliados y muchos suspendidos de empleo y sueldo. Leer y ver los libros de Castelao Atila en Galiza y Galiza Mártir produce verdaderos escalofríos. En ellos se refleja la barbarie fascista de aquellos tristes días en los que no se respetaba la vida -que es sagrada- de los seres humanos, muchos de los cuales no habían hecho mal a nadie. El diseño de Castelao en el que aparece un maestro tumbado muerto, después de ser fusilado por los falangistas, con dos niños escolares a su lado, es la representación más real y modélica, que hace reflexionar a cualquiera que tenga algún sentimiento humano y cristiano, sobre la barbarie que fue todo aquello, provocada esencialmente por Franco, que durante años y años, de forma infame, salía de las iglesias ¡bajo palio!

Infelizmente, son muy pocos los ourensanos que saben que el ourensano, periodista y funcionario municipal galleguista Arturo Noguerol Buján, fue otro de nuestros mártires en aquella altura, asesinado en la noche del 11 de septiembre de 1936 en una cuneta de la carretera de Ferrol a Coruña, del ayuntamiento de Serantes.

Arturo José Noguerol Buján, que era su nombre completo, había nacido en Ourense, en la casa familiar de la calle de Alba, el 6 de mayo de 1892. Su padre, Arturo Noguerol, era procurador de los tribunales y natural de Bouzas-Vilamarín. Su madre, Asunción Buján, era de una familia original de Tamallancos. Ambos fijaron su residencia en la calle Reina Victoria, cerca de la "Porta da Aira", donde nació su otro hijo Antonio el 13 de noviembre de 1899. El padre de Noguerol fue concejal en diversas etapas en el ayuntamiento de Ourense, y ya desde el día 1 de julio de 1891 en que se constituye nuestro ayuntamiento. En colaboración con su familiar José Lorenzo Gil, a la sazón presidente de la Diputación ourensana, construyen en 1897 la casa número 12 de la calle Padre Feijóo, frente al Instituto "Otero Pedrayo", que todavía se conserva hoy. En ella Noguerol estableció su bufete de abogado, y fue también la sede de la administración y gerencia de la revista Nós en su primera etapa.

Noguerol aprobó su ingreso en el Instituto el 21 de septiembre de 1904, y terminó sus estudios secundarios en 1910, sacando el título de bachiller el 20 de junio, que le fue expedido por el rector de la universidad compostelana el 20 de agosto de ese mismo año. Tuvo como profesores, entre otros, a Salvador Padilla, director del Instituto, Marcelo Macías, Eduardo Moreno, Ramón Alonso y Pompeyo Beltrán. Noguerol estuvo siempre muy vinculado al denominado "Grupo Nós", a los que les unía una gran amistad y los ideales galleguistas: Vicente Risco, Ramón Otero, Cuevillas y Martínez Risco. Los que mantenían interesantes tertulias en el Miño, la Unión, el Royalti, el Moderno, el Victoria y la Bilbaína.

En 1910 Noguerol inició sus estudios de Derecho en la Universidad de Salamanca, los que terminó en 1915. El 16 de junio de este año, consiguió el grado de licenciado con la calificación de sobresaliente, y el 25 de octubre le fue expedido por el Ministerio el título oficial de licenciado en Derecho. A finales de 1915 Noguerol, con 23 años cumplidos, ya se encuentra de nuevo en su ciudad y el 15 de enero de 1916 el Colegio de Abogados ourensano acepta la incorporación de Arturo Noguerol al mismo. Por lo que muy pronto abre su despacho de la calle Padre Feijóo para ejercer la abogacía. En el número 16 de la revista Nós del 1 de febrero de 1923 aparece un anuncio publicitario de su bufete de abogado. Ya en la ciudad de las Burgas se relaciona asiduamente con los del grupo Nós (Risco, Otero y Cuevillas, en especial) y con los de la Comisión de Monumentos, entre los que destacaban Marcelo Macías, Vázquez Núñez, Martínez Sueiro, Saco y Arce y otros, que habían convertido nuestra ciudad en la "Atenas de Galiza". Y de todos ellos "bebió" muchas ideas Arturo Noguerol, especialmente de Otero, que admiraba muchísimo al joven Noguerol, tal como llegó a comentar después en su Libro dos Amigos. Noguerol, desde un comienzo, tomó parte en las iniciativas culturales y políticas, sobre todo en las relacionadas con el galleguismo. Existe una fecha importante, y es que en el mes de junio de 1917 sale de la imprenta de Antonio Otero, en la calle San Miguel, el primer número de la revista La Centuria, una publicación neosófica, con muchas influencias orientalistas, de la que se llegaron a publicar siete números, y salió a la luz gracias a la creación de una sociedad por Vicente Risco y Arturo Noguerol. Esta revista va a ser de alguna forma el embrión y germen de la Nós, y en ella los que más artículos publicaron fueron Risco y Noguerol, que llegó a dar a la luz cuatro, siendo uno de los más importantes el publicado en el nº 2 con el título de "La Patria". En el defiende el galleguismo y el idioma gallego, y fue de alguna forma el que sirvió de punto de partida para crear la "Irmandade Rexionalista de Ourense" en 1918. En otro artículo publicado en el número cinco de la revista demuestra su conocimiento sobre la literatura de nuestra tierra, resaltando las figuras de Rosalía de Castro, Lamas Carvajal, Curros, Eduardo Pondal y el Padre Sarmiento. En el nº 6, en otro de sus artículos, se preocupa por los temas sociales, y en especial por la reducción de la jornada laboral para los trabajadores, adoptando una postura progresista sobre los derechos laborales de obreros y campesinos. Otras de las publicaciones periódicas en las que Noguerol colaboró con sus artículos fueron O Tío Marcos da Portela, que dirigía Lamas Carvajal, y en el " Exsemanario festivo" La Billarda, y también en el diario local. Más tarde en A Nosa Terra.

Junto con Risco, Otero y Lousada Diéguez, Noguerol ingresa en 1918 en el galleguismo, al crear la sección ourensana de las Irmandades da Fala. Ya en noviembre del año anterior comenzaron los intercambios con la Lliga Catalana, y Noguerol, junto con Risco, Lousada y Otero, recibió a Francés Cambó en el mitin que este pronunció en Ourense (tres días antes lo había hecho en Coruña). Noguerol formó parte también del Seminario de Estudos Galegos (SEG). El 30 de octubre de 1920 sale a la luz el primer número de la revista Nós, de la que son promotores Risco y Noguerol. Arturo fue gerente de la misma en los 18 primeros números (Risco era el director), cuando la administración se trasladó para Coruña. En esta importante revista colaboró Noguerol aportando diez artículos, relacionados especialmente con temas sociales y laborales.

No podemos olvidarnos de su trabajo profesional y de funcionario municipal. El 14 de octubre de 1923 toma posesión como secretario interino del ayuntamiento de Pereiro de Aguiar. Al año siguiente, el 21 de enero, contrajo matrimonio con Eloísa Martínez Carballo, y el 23 de diciembre nace su hija Eloísa. El 19 de septiembre de 1925 pasa a ser secretario interino en el ayuntamiento de Avión, pasando a tener la condición de propietario de la plaza el 7 de enero de 1926. El 10 de septiembre de 1927 pasa por traslado a ocupar la plaza en propiedad del ayuntamiento de Rianxo. Plaza que permuta el día 14 de junio de 1932, ya con la República, con la del ayuntamiento de Serantes, cercano a Ferrol. El 17 de mayo de este año nace en Ourense su segundo hijo Pedro Arturo. Ya en Serantes, en 1934, es detenido y luego liberado. De forma injusta se le acusa de difundir noticias falsas y de tener un arma de fuego sin licencia, lo que no es verdad, y lo demuestra enseñando su licencia oficial por escrito. En 1936, el 18 de julio, cuando se produce el golpe fascista de Franco, unos días después es detenido sin pruebas, y en la noche del 11 al 12 de septiembre es ejecutado en una cuneta de la carretera de Ferrol a Coruña. Siendo luego enterrado en una fosa común con otras 12 personas en el cementerio parroquial de Serantes. Dos días después del alzamiento Noguerol tuvo que levantar acta como secretario de la destitución de la corporación municipal de Serantes, y nombrar una gestora presidida por Andrés Santalla Montero como presidente. Luego fue detenido y llevado como muchos al Castillo de San Antón de Coruña, donde estuvo retenido hasta que se demostró su inocencia, pero no lo liberaron y lo llevaron al ayuntamiento de Ferrol, donde los falangistas, junto con otros, lo llevaron para ser "paseado". Que le dijeron a su mujer de forma infame: "Tranquila, que hoy va a dormir en cristiano". Sin juicio, fue ejecutado, haciendo de él otro de nuestros mártires.

(*) Educador Social y Animador Cultural.

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