Hoy empiezo a escribir al poco de bajar del tren que me trajo a las Castillas poniendo como fondo la música de Eva Fernández Trío cantando "Enséñame esta noche", por dos razones: porque esta catalana me encanta (cantando y siempre que no lleve lazo amarillo) y porque creo que actuó hace poco en Tui en los conciertos de Música na Catedral. Y es que de Tui quiero hablaros y de su ámbito eclesial también, porque al ejército de Dios perteneció el párroco tudense Ricardo García Fernández, al que yo no conocí pero que supongo que dejó huella. Claro, me cuentan que ya encargaron oficialmente el día 10 al artista Diego de Giráldez una escultura que le recordará, para la que han montado una suscripción popular que ya les permite pagar el primer plazo de los tres acordados. Una vez terminada se donará al pueblo de Tui y se levantara un acta con el nombre de los que hayan colaborado en la cuestación popular. Singular debe haber sido el cura Ricardo para que haya surgido esta cuestación que con su escultura le mantenga en la memoria.

Rías Bajas: la guerra de los 30

Nos convoca el Gran Mestre Antonio Alén, de la Cofradía do Condado de Tea Salvaterra de la que me honro en ser cofrade, a una comida el 24 de agosto en el Concello de Salvaterra que tutela Arturo Grandal. Con razón. Este año 2018 nuestra Denominación de Origen Rías Baixas cumple treinta tacos, y en esas fechas una serie de personas dedicaron muchísimo esfuerzo para iniciar esta andadura. Fruto de su dedicación y fe vitivinícola, treinta años después, nuestra Denominación de Origen Rías Baixas es una de las más prestigiosas a nivel nacional. Una comida que es un más que merecido homenaje a esas personas que iniciaron este proyecto. A mí me pasa con la cofradía lo mismo que con Dios, que me declaro cristiano aunque cumplo poco, pero la honro mucho. Estaré ese día a cientos de kilómetros de Salvaterra pero levantaré una copa donde esté ,y si tienen, con un Rías Bajas, en honor de los homenajeados.

Antón Pulido, pintor iluminado

Me envía por whatsapp un hermoso dibujo mi amigo el artista Antón Pulido con una pareja de la mano y me escribe: "Anteayer paseaba por el Tormes y creí verte a ti y una rubia, y me inspiró ese dibujo". Mentía amigablemente Pulido, porque ni él estaba anteayer paseando por el Tormes ni suponía que yo estuviera porque creía que estaba en Vigo. Yo le respondí: "Aunque hayas sido religioso, querido amigo, y hayas perdido quizás la fe, Dios te sigue iluminando porque ese día yo estaba realmente paseando con una dama rubia por las orillas del Tormes. El dibujo inventado por tu imaginación, es cierto". Pero yo sí que puedo decir sin inventar nada que a Pulido se le vio la otra noche en una mesa de una terraza de Baiona, picoteando y charlando con amigos como Luis Espada, Merchi Castro, Antonio Piñeiro, Rosa Elvira Caamaño... y así hasta nueve. Venía de dar una charla en la Capitanía Marítima, donde está exponiendo, sobre la inversión en arte. Conclusión, ante tanta copia falsa, mejor invertir en el suyo.