En el calendario que utilizo en el trabajo hay cada día una frase reflejada. La de hoy es una frase de Denis Diderot: "La indiferencia hace sabios, y la insensibilidad, monstruos". La situación vivida en el día de ayer por mi abuela, agredida por un grupo de perros varias veces denunciados, y en la que su propietario se limitó a apartarlos de la víctima denegándole todo el auxilio que la situación requería, nos dejó a todos tan conmocionados que no teníamos palabras para definirlo. Ahora ya la tengo: "monstruo". Solo un monstruo es capaz de contemplar pasivamente como una persona está malherida y no hacer nada. Solo un monstruo es capaz de, a sabiendas que la situación es únicamente responsabilidad suya, porque los animales no dejan de ser animales, mantener esa sangre fría que únicamente la ausencia de toda sensibilidad humana puede explicar.

Y llegada esta situación, sospechada por todos los que tenemos la desgracia de conocerlo desde hace años pero claramente demostrada en el día de ayer, nos preguntamos. ¿Actuará el Estado de derecho como debe? ¿Se puede seguir manteniendo en el tiempo la situación que sufren los vecinos de esta aldea? ¿Se puede seguir viviendo con temor, con amenazas constantes, con intimidaciones? ¿Se puede evitar esta situación? ¿Vivimos en un Estado de derecho o en una jungla? ¿Vivimos?

*Nieta de María Fraiz, octogenaria agredida por un grupos de perros en Ribela.