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Nos fuimos a comer a Bolivia

Hoy comienzo mi tarea oyendo el himno boliviano en honor a quien nos dio de comer el sábado, en el que la peruana y presidenta de Madres Latinas, Luisi Motta, y yo tuvimos un entrañable recorrido. Habíamos quedado en probar los manjares bolivianos, así que a las dos estábamos en La Morada Café Bar (Celso Emilio Ferreiro, 5), que solo da comidas de viernes a domingo. Sus dueños son dos estudiantes bolivianos universitarios, los hermanos Gustavo y Rubén Agreda Castro, con su madre Dominga Castro Terrazos, experta en la cocina campesina de Cochabamba. ¡Ay qué rica la sopa de maní, sopa campesina tradicional de Cochabamba cuyo ingrediente principal es el cacahuete y suma pollo, macarrones, arvejas, papas, cebollino, cilantro y algunas especies acompaña si quieres con salsa de aji. También tomamos la sopa Kawi que lleva carne de ternera, yuca, arroz, mote (maíz), chuño (patata boliviana de la época de los Incas) y probamos el chicharrón con mote, que es carne de cerdo que se cocina en su propia grasa durante horas. Bolivia tiene sus platos muy elaborados, tratados con mucho mimo pero no vayáis allí exigiendo como en un restaurante clásico, sino entendiéndolo como una cocina casera en que la famlia se apaña para serviros y los hijos, ya digo estudiantes, echan una mano. ¡Y puedes pedir para casa!

En el Seto, con Alejandrito

Salimos de La Morada Boliviana y nos fuimos al café bar El Seto (El Pilar, 4) muy cerca de donde estuvo el emblemático Malecón, en que los dueños son tres jóvenes vigueses, con muy buena armonía entre ellos y complicidad con su clientela: Sheila, Adrian y Oscar. Allí tomamos un cafelito ella y yo un gin tonic, y nos encontramos con la venezolana Liz del Carmen Cedeño con su hijo Alejandrito Pampín Cedeño, que ha sido seleccionado para participar en el programa concurso musical "la Voz Kid", y hasta me dedicó allí mismo una canción con un notable desparpajo, tras lo cual me propuso una partida de parchís,a lo que no jugaba desde mi infancia. Me dio una notable paliza.

En A Videira, con Celia y Lys

Como ya estábamos en el Castro fuimos a tomar el postre en el Mesón A Videira (Celso Emilio Ferreiro, 11), una rica tarta casera de chocolate que preparó Celia, la mujer de Manuel Varela, el amo del lugar. Lo curioso es que en este mesón, especialista en comida gallega, marisco de la ría, chuletones... conocí a Lys Escobar, que es de Bolivia, como los paisanos del bar de a lado, y trabaja allí como camarera. Bella sonrisa la de Lys.

Y en la Ovella Negra, en Moaña

¡Y cómo estaba el domingo la Ovella Negra, esa tapería de Moaña que regenta Pablo Xil, uno de los hijos del cantante Xil Ríos, en el Paseo Marítimo de Moaña! Estoy en tratos con Xil para publicar sus Memorias en nuestro suplemento y él y yo recordamos aquel restaurante que él tuvo con su nombre y en el que asó tanta carne para complementar ingresos con el mundo de la música. Eso ya lo dejó pero su hijo abrió hace tres años esta popular tapería, en donde alguna vez probamos una empanada de f ariña milla de chocos deliciosa. Aunque casi no queden.

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