El pesar generalizado entre el colectivo obrerista de todo el país por el fallecimiento de Pablo Iglesias cuando 1925 estaba llegando a su fin, dio paso a numerosas iniciativas para perpetuar su memoria. A lo largo de 1926 no fueron pocas las acciones tendentes a dedicar calles o plazas, así como a erigir monumentos al gran líder socialista en ciudades y pueblos de toda España

Pontevedra no resultó una excepción y del Centro Obrero salió una petición dirigida al Ayuntamiento para dar el nombre de Pablo Iglesias a la plaza del Muelle (antes plaza del Puente y hoy praza do Peirao), donde estaba el local de la referida entidad. Sin embargo, una corporación presidida por Mariano Hinojal no tomó en consideración dicha solicitud.

Enseguida los representantes obreros de esta ciudad se sumaron a una iniciativa de ámbito provincial, centralizada en la Casa del Pueblo de Vigo, donde se apoyó la propuesta de erigir por suscripción popular un monumento al líder socialista en su Ferrol natal. Un comité presidido por Emilio Martínez se encargó de recoger las donaciones a tal fin.