El sorteo de los Presupuestos del Estado solo deja terminaciones y pedreas en O Salnés. Bienvenidas sean, sin duda, porque es como si los vecinos recuperasen cierta ilusión en los décimos porque otro año será. Lo importante es que haya salud.

O Salnés es ludópata por tradición política., vamos, que vota y paga impuestos. Son los boletos que juega cada año, una apuesta para que la bolita roja se pare en la comarca. Ya pasó una vez con los seis millones de euros que el Estado regaló a Vilagarcía para construir por medio de la ciudad unas vías de ferrocarril que no tienen uso, pero que están ahí por si acaso.

Pero en esta ocasión, Montoro giró la ruleta del Libro Amarillo y las bolas loquearon y se fueron para todos los lados menos hacia Arousa. ¡Que mala suerte, ni en O Salnés ni en Barbanza cayó ningún numerito premiado! Nadie se atreve a brindar, ni siquiera los del PP que este año tampoco se llevan una porción de la tarta, salvo algo que cayó en Sanxenxo.

Porque misérrimos si que son los 1,5 millones de euros que retornan a la comarca. Haciendo cuentas, sale a diez euros por vecino, como un décimo compartido por pareja.

Dirán en Madrid que son cosas de la Victoria de Samotracia y que si a otros lados le corresponden los premios no es porque sí. Será que se la jugaron en Doña Manolita o en la Bruixa D´Or por ventanilla. Son más suertudos, puede.

Y así parece. Porque nadie entiende que pasen cinco, diez y veinte años sin que a O Salnés le toque un premio gordo, aunque sea repartido en anualidades como ese sueldazo del cupón de la ONCE. Será porque el dinero llama al dinero. Y en O Salnés hay poco. ¡Vamos! así lo dice Cáritas y Amigos de Galicia y el Banco de Alimentos en sus informes anuales...

Pero quizás sea porque nadie ha mirado si en el bombo entran todas las bolitas, esas en las que debería poner: Nuevo cuartel de Vilagarcía, plaza de abastos de Cambados, retirada del peaje de la autopista, autovía a Pontevedra, estación intermodal y parada del AVE, paseos marítimos, laboratorios que no quieren los ingleses, calado para cruceros...

Lo único bueno de este sorteo es que los niños de San Ildefonso cantan desafinados tras haber repartido todos los premios. Menuda cantinela sorda para comenzar este mes de abril con el Sorteo del (mont) Oro.