"El sencillo comedor de aquel bar-restaurante fue visita obligada a lo largo del tiempo, al igual que la Peregrina o el Museo.

El comandante Nordman, del crucero Leipzig de la flota nazi, disfrutó en 1939 de una merienda gloriosa a saber: tres bogavantes, seis huevos con patatas, seis bistecs y postres surtidos. Y el almuerzo del cardenal Quiroga Palacios y su séquito el día de la Peregrina de 1953 costó al Ayuntamiento nada menos que 8.000 pesetas del ala.

Del rey abajo, todos. Allí comieron don Juan Carlos y don Felipe de Borbón cuando cursaron estudios en la Escuela Naval. Celso Emilio Ferreiro fue cliente de almuerzo diario cuando estaba soltero, en compañía de algún amigo. Luego disfrutaron con sus especialidades desde Luís Miguel Dominguín hasta Julio Iglesias, pasando por Camilo J. Cela o Gonzalo Torrente Ballester,

Incluso el equipo completo del Real Madrid con Emilio Butragueño al frente de su célebre quinta, hizo un alto en su camino hacia el aeropuerto de Labacolla y cenó allí para festejar una victoria sobre el Celta en Balaidos.