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Francisco García.

Lo que hay que oír

Francisco García

Pillando el 'point' al inglés

Las palabras que suenan parecido en dos idiomas diferentes, pero significan distinto

Arriesgada fecha la antevíspera del "Bloomsday" para finalizar mi campaña de primavera (inútil, bien lo sé) contra los neoanglicismos directamente superfluos. Estupenda fecha para recordar lo que cantaban Los Beatles hace justo y ya 50 años. Aquello de "So may I introduce to you the act you've known for all these years: Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band". Traduzco, ayudado por Google, pues no todo quisque sabe inglés: "Así pues, permitidme que os presente el espectáculo que ya conocéis desde hace años: La Banda del Club de Corazones Solitarios del Sargento Pimienta".

El verbo inglés "introduce" se traduce en este caso por el castellano "presentar", no por "introducir". Pero como la memez de los llamados "falsos amigos" idiomáticos (dos palabras que suenan parecidas en dos idiomas diferentes, pero que no significan lo mismo) se contagia tanto o más que sarampiones y gripes, no paro de oír a gente que quiere ser introducida en vez de presentada. Si ello revelase un inaplazable afán lujurioso, allá cada cual, quién pudiera. Pero me temo que no haya tal. "Introducir" significa en español "meter o hacer entrar algo en otra cosa". Y como "cosa" es "lo que tiene entidad, ya sea corporal o espiritual, natural o artificial, concreta, abstracta o virtual" (cito el diccionario de la Real Academia Española), los seres humanos somos cosas, mal que nos pese, ya que tenemos entidad (o sea, somos "entes o seres").

Por lo tanto, aquel que diga a su compañero de cóctel en una reunión social: "Por favor, introdúzcame a aquel caballero del traje gris marengo" está diciendo "por favor, métame o hágame entrar en aquel caballero del traje gris marengo", lo cual puede interpretarse como manifiesta lascivia y acarrear ruina de reputación, que están las cosas muy de aquella manera y la gente anda encabronada y picajosa en general. No entiendo por qué si "presentar" es "poner a alguien en la presencia de otro", no basta con un "por favor, presénteme a aquel caballero del traje gris marengo". Bueno, sí lo entiendo: por el papanatismo anglófilo reinante.

¿Qué hace con anglicismos semejantes nuestra Real Academia Española? Criticarlos y aconsejar que no se usen, pero mostrándose comprensiva cual madre abnegada o padre consentidor. Así, ya pasa con expresiones como "Estoy hundido en la miseria", que nos espetamos los unos a los otros cuando nos abandona nuestro amor del alma. Como "misery" es tristeza o pena en inglés, la RAE ha consignado corriendo el anglicismo en la 5ª acepción del vocablo "miseria" haciéndola equivalente a tristeza o infortunio. De modo que es correcto, aunque desaconsejable psicológicamente, estar hundido en la miseria. Igual ocurre con "rude", que vale por "maleducado" en la lengua del imperio. Con lo cual, oímos con creciente frecuencia protestar en series y sálvames y supervivientes a primeras citas: "Es usted muy rudo", cuando alguien se muestra maleducado o faltón. Y es que la rápida RAE ya admite "rudo" como "descortés, áspero, grosero" en la 4ª acepción de la palabra. De modo que es correcto, aunque los programas vertederos sean psicológicamente desaconsejables.

Pero hilen fino, damas y caballeros de la RAE, no sea que el asunto se les vaya de las manos con tanta premura registradora hodierna como lentitud antigua. Porque, por ejemplo, "realize" significa en inglés "darse cuenta", y nada me extrañaría menos que un ciudadano comprensivo aguante la brasa que le propina un pelmazo quejumbroso con unos cuantos expletivos o rellenos conversacionales: "Claro, claro, ya me realizo, ya me realizo", en vez de "ya me doy cuenta". Hilen fino, que "embarrassed" quiere decir en español "avergonzada", no "embarazada", no sea que aconsejemos ginecólogos u obstetras a mujeres que tan solo necesitan consuelo por tener el ánimo turbado. Aunque, a lo peor, quieren que hablemos en español así como sigue: "Me realizo que estás embarrasado por tu miseria ruda. Te voy a introducir en un psicólogo". Y que sea lo que Dios quiera.

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