Hace dos años fui falsamente acusado de ser responsable de la amputación de una pierna. Este mes se ha celebrado el juicio: espero sentencia convencido de mi inocencia. Pero desde el principio, el abogado de la acusación, que pide más de dos millones de indemnización, utilizó los medios de comunicación, mintiendo, para desprestigiarme. Al comprobar que ese juicio paralelo continúa, y que siguen apareciendo informaciones tendenciosas y denigrantes, hago público este escrito.

Lamento profundamente lo que le pasó a la paciente. La caída le causó graves lesiones en la rodilla y una parálisis casi total: por eso no sentía la pierna. La atendimos en El Castro con los mejores cuidados y especial atención. Seguí su caso muy de cerca, la operé y vacié el hematoma que tenía, y cuando el tercer día aparecieron signos de disminución parcial de la circulación solicité un angioTAC. En cuanto tuve el resultado (un trombo en una arteria) consulté con un excelente cirujano vascular, quien tampoco consideró que la pierna corriera peligro (por la abundante circulación colateral que tenía, debido sin duda a su condición de gimnasta), e indicó el traslado a su hospital el día siguiente para operarla. Al final tuvimos que derivar a la paciente a Povisa por orden de la compañía de seguros. La situación era estable y el dolor moderado: y aunque se hubiera hecho esa prueba antes, o se hubiera trasladado antes, las condiciones vasculares de la pierna hubieran sido las mismas.

Al llegar a Povisa se hizo un nuevo angioTAC que confirmó circulación suficiente y mejorando (tres arterias permeables en la pierna, frente a dos el día anterior). Pero el cirujano vascular que realizó la operación de bypass se equivocó en el diagnóstico y en el tratamiento. Ese hospital no entregó toda la documentación del caso, ni se permitió que sus médicos fueran citados a declarar como testigos. Lo cierto y demostrado es que ese vascular (quien "casualmente" se jubiló dos meses después) suturó el bypass a una zona dañada de la arteria poplítea, ocupada por el trombo: por eso no funcionó. Y eso le pasó porque no leyó los informes que le mandamos, ni vio las imágenes del angioTAC, como él mismo reconoció en el juicio. Y una vez concluida la operación fallida, y para exculparse, le dijo a la familia que la pierna llevaba cuatro días en isquemia (sin sangre) y que había que amputarla. Les engañó. Y después escribió en sus informes, como coartada, que la pierna estaba morada, fría, rígida..., nada de lo cual era cierto. Sus contradicciones le delatan: afirmó que seis horas tras el accidente todos los tejidos de la pierna estaban muertos, en isquemia irreversible: si fuera verdad no habría podido usar la vena safena de esa pierna para hacer el bypass, como hizo. Al día siguiente, en la UCI de Povisa, fue cuando realmente comenzó la isquemia, apareciendo tanto dolor en la pierna que requirió morfina y un catéter epidural. Y a los dos días se realizó la amputación.

Seis especialistas de prestigio han declarado en el juicio y defendido que no se puede encontrar ningún error ni imprudencia en mis actuaciones, y han aclarado cuándo comenzó realmente la isquemia. En cambio, otros peritos me han "condenado" dando por bueno y creyendo todo lo que hizo y dijo el cirujano vascular que trabajaba en Povisa, encubriéndole en ocasiones y aceptando falsedades: como que hubo una luxación, que un pulsioxímetro no detecta llegada de sangre, que la circulación colateral no puede mantener una pierna viable...

Llevo 33 años ejerciendo en Vigo y procurando ser un buen profesional: los muchos enfermos que he tratado son conscientes de ello, y les agradezco el apoyo mostrado. Me duele haber sido calumniado por un colega de profesión. Es muy grave el daño que me está causando, también a mi familia y a mi hospital. Espero que la verdad y la justicia se impongan, y que se investigue después a todos los implicados y posibles responsables de que haya perdido su pierna esa joven deportista, a quien reitero los sentimientos de condolencia que ya le trasmití.

*Traumatólogo