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Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

Los olvidados

A la vista de las cifras que se contienen en el Presupuesto de la Xunta para 2017, y sin echar -por si acaso- las campanas al vuelo. que de eso ya se encargarán los sacristanes de la nómina de palacio, hay que reconocer que esta vez sí parece que se ve la luz al final del túnel de la crisis. Y no sólo porque las cuentas generales son expansivas y contemplam aumentos visibles en gasto social, sino porque además empujarán la inversión. Otro dato que anima.

Claro que, en esto de los análisis con los números recién salidos del horno, hay dos actitudes: la del halago a tutiplé para quien las elabora o la crítica negativa -y habitualmente feroz- de quienes si no encuentran defectos notables los buscan o los pintan. Pero aunque quien esto escribe no suele apuntarse a los aristotélicos puntos medios, haberlos haylos y conviene no olvidarlo.

Por eso hay que concluir que el trabajo de previsiones del gobierno que comanda el señor Feijóo da motivos para esperar cosas buenas y que, si se explica bien cuando toque, que es en los debates parlamentarios, probablmente obtendrá, aparte del respaldo aritmético que le van a dar sus incondicionales, un cierto apoyo de no pocos especialistas y de bastantes que no lo son. Claro que -insistiendo en que se da por descontado el laudamus igitur-, no estorbarán dos o tres observaciones más.

Una, por ejemplo, cuando se habla de empleo. Y es que en la lista de prioridades, donde la cuestión está en cabeza, se habla mucho y con razón de jóvenes y mujeres en paro y de modos de sacarlos de ahí, pero menos, por desgracia, de la legión de ciudadanos/as de mediana edad que perdieron sus trabajos y a los que sus años, válidos y fructíferos aún, le dificultan o hacen imposible su vuelta a la actidad. Y son un valor social, por sapiencia y experiencia, que este país no se puede permitir el lujo de olvidar, y menos despreciar.

Nadie discute -quede claro- que un 50% de paro joven es intolerable, al igual que lo es la distancia laboral y económica de las mujeres. Pero ese otro gran segmento "maldito" por no pertenecer a los otros dos, debería incluirse en las urgencias a resolver ahora que, como dijo el presidente Feijóo en su discurso de investidura, "hay recursos".

Item más. No conviene olvidar que en Galicia hay aún miles de dependientes sin atender como es debido y demoras -inexplicables p'ara un sistema "de bienestar"- en las ayudas.Y hay más "olvidados" u ocupando segundo plano en la atención pública que pagaron y pagan gran parte de la factura de la crisis y a los que debe llegarles la hora del resarcimiento. Para que las cuentas, además de bien hechas, sean justas.

¿Verdad...?

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