Finalmente se producirá el descalabro en escalas de cruceros que solo unos pocos, en contacto directo con el sector, nos veníamos temiendo a la vista de los pequeños acontecimientos que se han venido produciendo en los últimos años tanto en Vigo, como en las ciudades que compiten con nosotros por las escalas de estos resorts flotantes.

Vigo fue la ciudad pionera del norte peninsular en empezar a recibir y consolidar el tráfico de cruceros, gracias a algo que siempre mantendremos: una situación geográfica estratégica y un puerto natural de excelentes condiciones de navegación que además está en el centro de la ciudad.

Disfrutamos de lustros de hegemonía hasta que el auge de los cruceros en todo el mundo hizo que muchos puertos comenzasen a interesarse por este tipo de turismo que permite unos grandes ingresos a las ciudades sin que en ellas haya que desarrollar una gran infraestructura hotelera, aeroportuaria o viaria.

Comenzó así una presión por parte de todos los puertos de cierta entidad para captar este tráfico, con pocos resultados a corto plazo pero que a medio plazo se han demostrado eficaces. A Coruña no hizo grandes inversiones específicas para los cruceros, más allá de reorganizar y adecentar sus muelles e instalar una mini terminal de cruceros, sin embargo, en los últimos años Bilbao ha construido un muelle específico con una fantástica terminal. Lo mismo que Leixoes. Lo que han logrado estos puertos es igualar sus condiciones de competitividad con Vigo, y el problema no es que Leixoes lo haya hecho, porque geográficamente Vigo está mejor situado para los cruceros que partiendo de Southampton tienen como destino visitar las Islas Canarias. El problema es que ahora hay un puerto, Bilbao, con proyección internacional gracias al Museo Guggenheim, que ya reúne las condiciones para hacer escalas de cruceros, y navieras como Royal Caribbean van a probar en 2017 una ruta que hace escala en Bilbao y después en Gijón que, por supuesto, ya no va a pasar por Vigo. Gijón va a pasar de 4.537 turistas de cruceros en 2009 a 32.704 en 2016, y esa cifra subirá mucho mas en 2017 con la previsión de grandes buques que antes eran habituales en los muelles olivicos.

También Ferrol ha experimentado un importante despegue en escalas de cruceros gracias al apoyo de Turgalicia, que comenzó a acudir a la más importante feria de cruceros del mundo poco antes de iniciarse el declive de Vigo. Alguna escala en Ferrol fue directamente programada a última hora tras haberse vendido y publicitado el crucero con escala en Vigo, como informó este mismo periódico en su momento. Y no se oyó ninguna voz autorizada de la ciudad quejándose.

Hay más, muchos pequeños movimientos que nos han traído a este resultado final, pero, centrándonos en nuestra vecina del norte ¿que está haciendo tan bien A Coruña que no está haciendo Vigo? Pues seguir las recomendaciones que hacen todos los altos ejecutivos de las navieras en los foros profesionales a los que asistimos los que nos dedicamos a esto: ir todos a una. Diputación, Ayuntamiento, Cámara de Comercio, Puerto y consignatarios, todos de acuerdo en un objetivo, todos trabajando juntos, y todos haciendo un enorme esfuerzo de contactos profesionales para lograrlo.

Los cruceros son sobre todo turismo además de tráfico portuario, y no es al Puerto de Vigo a quien le corresponde la promoción turística de la ciudad, ni tiene capacidad para negociar ciertas adaptaciones que pueden necesitar los cruceros. Cuando el Puerto de Vigo va a negociar con una naviera y va solo, va cojo, le falta el destino. Solo los representantes de la ciudad pueden decir como se gestionará el tráfico ante la llegada de un gran barco, que facilidades se les pueden dar a las navieras para que los pasajeros puedan visitar los museos y monumentos municipales o provinciales con la mayor comodidad, y son la ciudad y la diputación las que pueden impulsar, apoyar y promocionar iniciativas privadas que aumenten la oferta de ocio turístico.

Hay que recuperar el tiempo perdido durante los años de autocomplacencia, porque mientras no tuvimos competencia estaba bien recibir a los pasajeros de los mayores cruceros del mundo con pasarelas montadas sobre andamios, y no pasaba nada porque se formasen increíbles colas para pasar el control de seguridad cuando coincidían dos barcos en puerto. Pero a lo mejor hay que pensar si eso es competitivo ahora. A lo mejor cuando en A Coruña celebraron su declaración de área turística para poder abrir los domingos y en Vigo celebramos que "nos habíamos librado", no lo estábamos pensando del todo bien. ¡Ay! ahora queremos de vuelta a esos turistas que "no gastan tanto", "se van todos a Santiago" y "no compensa atender los domingos".

Cuesta más recuperar algo perdido que mantenerlo, pero hay todavía oportunidades que podemos aprovechar. Las navieras alemanas como AIDA y TUI están inaugurando barcos cada año, y aunque ya tienen operaciones en A Coruña, es previsible que aumenten el número de barcos en la zona a medio plazo. MSC Cruceros tiene un plan de construcción de 11 barcos para los próximos 10 años. Resulta que MSC Cruceros es una empresa de la familia Aponte, propietaria de la naviera de carga MSC, que desbancó a Maersk como número uno del mundo en carga, ¿dos pájaros de un tiro? No es tan fácil, pero habría que intentarlo. Hay que buscar, con la implicación de todos, soluciones comerciales audaces, creativas, más allá de lo estándar. Con la implicación de todos.

*Editor de InfoCruceros.com