Recogidas masivas quejas de los humildes labriegos por esa ley que les obliga a hacer un cursillo de una semana de duración con un coste de 100 euros para poder sulfatar viñedos o patatas, me parece abusivo por parte de las Consellerías de Medio Ambiente y Medio Rural y de los ecologistas.

En fin, el presidente de la Xunta de Galicia, el señor Alberto Núlez Feijóo, solo quiere sacar dinero como sea pero siempre a cuenta del rural, porque el rural nunca protesta, porque tienen miedo y están acomplejados.

Y en segundo lugar el copado de esos céntimos de los medicamentos de los usuarios jubilados y dependientes que cotidianamente tienen que medicarse quien lo necesita.

En cambio observo que la vara de medir no es igual para todos.

Así, las cunetas de las autopistas y en los terraplenes del ferrocarril sulfatan con unos herbicidas que contienen una cantidad de toxicidad de riesgo para la caza menor, como son los conejos, perdices, y otras especies sensibles a dichos herbicidas. Para eso no se le exige ese carnet de responsabilidad ni esos 100 euros para sacar el cursillo de una semana de duración.

También dice el señor Feijóo que cumplió con el déficit, pero todo el mundo sabemos que fue a base de recortes y siempre sobre los más débiles. Porque éstos tienen miedo y solo dicen "amén señorías". Basta ver como la ley de la dependencia nunca se cumplió en la totalidad. En fin, hay una frase muy popular que lo explica: o que vai ó cocho do can e lle quita a codela do pan.

Y termino ya, si el señor Feijóo repitiera cuatro años más que "Dios nos coja confesados" por lo que nos espera. Habrá tijerazo a menudo. Lo que sí me parecería bien es que los votantes lo mandaran a la oposición para que descanse.

*Miembro independiente del gobierno del PSOE de Silleda.