La diversión y cierto desmadre festivo no están reñidos con la solidaridad y los deseos de transformación social. Más bien al contrario, como acaba de dejar patente la comparsa moañesa Animodo, que ayer entregó en la sede de Cáritas en San Martiño más de 100 kilos de alimentos recogidos durante el festival celebrado en el Porto de Domaio. Son ya cinco años los que esta pandilla de amigos combina la parranda callejera a golpe de letrillas mordaces con la ayuda a las familias más necesitadas, y la verdad es que nunca le faltan colaboradores entre el público. Que cunda el ejemplo, porque O Morrazo tiene entre sus muchas virtudes la de la solidaridad.
La capilla onomástica de San Benito
Algún devoto reparaba ayer en que la capilla de Santo Domingo y Santa Isabel, en A Pedreira, se llama así porque eran los nombres de sus primitivos dueños y se encargaron de dar protagonismo a las imágenes de esos santos. Pero detrás llegaron otras, como la de San Benito, nombre que también lleva el párroco de Coiro, actual custodio. Hay quien ve un paralelismo más allá de la simple coincidencia, que haberlas también haylas.
