No es muy perceptible, pero se está produciendo de forma creciente y acelerada la automatización de prácticamente todos los sectores económicos con un incremento del número de robots en utilización en más de un 40% anual, conllevando mejora en la productividad pero causando un serio efecto de disminución de puestos de trabajo.
La innovación tecnológica, entre ellas la introducción de los robots y la inteligencia artificial, disminuyen los puestos de trabajo operativos, pero habrán de verse compensados con la aparición de nuevos puestos de trabajo, con mayor componente de conocimiento, frente la disminución del esfuerzo físico. Pero, ¿y si esto no sucede?
Hemos de prever que lo que no debe suceder, será lo acontezca y por tanto la sociedad deberá tomar muy en serio que la sustitución del hombre por la máquina, es un hecho no por mejorar el confort sino para optimizar los recursos en la producción de bienes y servicios, por tanto debemos prepararnos para crear nuevas convenciones, por ejemplo cómo será el puesto de trabajo del futuro.
El mito de considerar que un robot es una máquina androide, es decir con figura humana y que hace cosas para facilitar la vida a los seres humanos, es una de las líneas de trabajo de la robótica, pero en la realidad se está imponiendo en casi todos los sectores múltiples tipos de robots que ni siguiera nos lo podemos imaginar.
Escribir esto en un lugar como Galicia donde está presente una fábrica de automóviles como PSA Peugeot Citroën no es decir nada nuevo, al venirse utilizando los robots en sus procesos de fabricación, pero el ejemplo viene al caso ya que en un alarde de innovación tecnológica esta misma empresa hace unas semanas ha puesto en funcionamiento un vehículo que hizo el recorrido Vigo-Madrid, de forma autónoma, sin que fuera conducido por una persona. El avance tecnológico es trepidante y por tanto es muy plausible pensar que en pocos años tendremos muchos vehículos robots.
No son solo androides pero están en muchos sitios y como su mayor presencia es imparable, reflexionemos cómo actuar. Será poco eficaz oponerse con noes o cuestiones éticas, tendremos como seres humanos sacar el máximo provecho de los robots y si como consecuencia de su presencia no podemos vivir de nuestro trabajo, tendremos que inventar otra fórmula.
*Economista
