Confieso que aún no la ha visto, pero me cuentan que en la película más taquillera de este otoño, secuela de la de los apellidos vascos, también hay una morracense infiltrada. Se trata de Judith, una catalana de Cangas do Morrazo con la que se cerraría el círculo de las autonomías históricas. "No creo que esta franquicia dé para Ocho apellidos gallegos", sostiene el crítico Evelio Gómez, "porque esto puede acabar como una serie de sellos de tópicos regionales que cubra todo el mapa autonómico español".
Todo por la pasta
No va de catalanes, sino de los que se suben a la parra del dinero público en tiempos en los que no abunda.