Recuperación
Estos días se ha venido apreciando un movimiento inusitado en los talleres de Nodosa que cuenta ahora, tras su costosa adquisición de hace unos meses, con la zona que fue de Factoría Marín que se fue al tacho por una evidente mala gestión de quien sacó los pies del tiesto para mal de cientos de trabajadores que vieron perder su puesto, aunque algunos se lo merecieron también porque, aprovechando la "desfeita", paseaban más por el muelle que hacían su trabajo a bordo. Nodosa devolvió la ilusión a un sector como el del naval que se vio sumido en una crisis enorme y, poco a poco, pero mucho más rápido de lo que podría pensarse, ha ido aumentando su bolsa de trabajo y en las gradas se ven cada vez más barcos generando movimiento y ocupación, o sea, riqueza, que para eso están las empresas dinámicas y que saben lo que tienen entre manos. Los astilleros marinenses son, lo fueron desde siempre, un potente apartado portuario de ocupación y ahora que están en manos expertas cabe pensar que volverán a ser un punto clave en la economía local presente y futura tan necesitada de estas inyecciones ilusionantes. Que dan algo de molestia?, ya lo sabemos, siempre dieron; es el precio a pagar por vivir en este mundo industrializado.
Multiusos y aparcamiento
