Mayoría absoluta sin carta blanca

Le ha dado un nuevo voto de confianza a quienes en los últimos 4 años lograron materializar aspiraciones anheladas durante décadas: la aprobación del PXOM y obras tan demandadas como la mejora de los viales Portela-Souto de Vea y Liñares-Valboa. Pero esas luces del gobierno de López -que le apuntalaron para resistir en pie pese al terremoto político que ha tirado por tierra la marca PPhasta en gobiernos de larga trayectoria- no han sido suficientes para borrar de la memoria colectiva local las sombras de su mandato: la subida del IBI, el apagado selectivo de luces o las deficiencias de la amplia red viaria municipal, especialmente en las parroquias. Hasta en sus mítines, el alcalde electo admitía haberse centrado "en lo grande" y haber descuidado "lo pequeño". Los estradenses han decidido mayoritariamente brindarle la oportunidad de seguir acertando en lo que ya hacía bien y de mejorar en lo demás para redondear su proyecto en los 8 años de ciclo político a los que aspiraba.

Pero la mayoría del PP, aunque absoluta, es muy ajustada. No le otorga carta blanca. El gobierno podrá sentir en su nuca el aliento de tres fuerzas políticas que hasta el final del recuento electoral pudieron ser alternativa real de gobierno. PSOE, Móvete y BNG deben afrontar ahora una ardua tarea: fiscalizar la gestión municipal, ser el acicate que haga mejorar al gobierno y aportar todo lo que esté en su mano para el interés general. Tampoco ellos tienen carta blanca. También ellos deben trabajar duro los 4 próximos años para defender a ultranza los valores y los proyectos que llevaron a sus electores a confiar en ellos.

De cómo lo hagan unos y otros dependerá el futuro de A Estrada.