Una cena subacuática

El viernes tuve cena con la gente de la motonáutica (de la que hablaré) y este jueves con mis amigos del piso de más abajo en el edificio marino, o sea los de las actividades subacuáticas que ayer clausuraron en Vigo su XVIII Semana de Cine Submarino de la Universidad de Vigo. Cenamos en el Ébano de la calle Luis Taboada,a donde no vinieron con ese traje de goma que tanto visten bajo agua sino incluso alguno con corbata. Fue un placer cenar con el venezolano Juan Antonio Romero y con Andy Byatt, mitad hombres mitad peces, autores de una obra maestra como "Planeta Tierra: Océano Profundo" tras cuatro mil días de rodaje y 7 años de producción. Romero, por cierto, vive hace años con su mujer e hijos en un catamarán que estos días tienen atracado en las maravillosas Islas Fidji. Estaban los dos sin dormir porque la noche anterior habían visitado la lonja del Berbés y ya no se acostaron. También estaba en la mesa Rafael Herrero, el número 1 de las filmaciones submarinas en Canarias y los presidentes de las federaciones subacuáticas de Madrid, Valencia y Galicia, José Senra este último. A mi lado tenía a Suso Bouzada, Antonio Sá y a José Luis González, factotum de estas jornadas submarinas y casi tan buen cocinero de fabada como fotógrafo bajo el agua. En el Ébano me encantó, de lo que probé, la torta de pan de maíz y xoubas y esos arquitectónicos huevos rotos (¡de Pazos de Borbén!) con patatas e ibérico. Y la suma amabilidad de Gustavo.

De libros y otros cuentos

Ayer fui al Club Financiero y tomé un vino con su director, Jesús Bahíllo, un varón con el que siempre simpaticé por razones varias entre ellas su recia apostura castellana. Con su hijo, Igor Elespp, estuve unos días antes para recibir su último libro poético, "Amanecer de una estrella oscura", tras haberme sorprendido un año antes con el primero suyo, "Los paraísos suspendidos". Hasta ahora he leído sólo su prólogo, que me parece prosa de una gran arquitectura ideológica, poética, verbal... No me extraña este Igor, que en la casa paterna tuvo una biblioteca que no es la de Alejandría pero... Tengo también a punto de leer el reciente libro de Manolo Janeiro, de exquisita factura, "A fada das lapas". Y, cómo no, ese debatido nº 12 de Cuadernos para el debate del Club Financiero, "Política linguística", que el nacionalismo ha convertido en anatema. Ya, ya.

Mercadillo sin dinero

Y, aunque el tiempo no parece que vaya a acompañarles, recuerdo que hoy, como cada último sábado de mes, diversas asociaciones alternativas organizan frente al mercado del Cavario un mercadillo de cambio y cesión, en el que el dinero no existe. Una experiencia ecológica desde la perspectiva del trueque de objetos. A partir de las 11 y si llueve en el Centro Social del Calvario (Numancia, 3).