Belén Esteban vuelve al los medios de comunicación después de meses apartada de los focos. Lo ha hecho con una portada en la revista 'Semana', en una entrevista en la que muestra las secuelas del accidente que sufrió durante una emisión de 'Sálvame' y que la ha tenido tres meses sentada en el sillón del salón de su casa.

La colaborada asegura que han sido "los peores meses" de su vida. "El 25 de abril se me paró la vida y me hundí. Lo he pasado fatal. Me bloqueé, no quería ver a nadie, ni comer, ni hablar… No quería saber nada de lo que me había pasado" confiesa la 'princesa del pueblo'.

La de Paracuellos ha confesado que está acudiendo a un psicólogo que le ayuda a salir del estado de tristeza en el que cayó. "No depresión. Me han diagnosticado tristeza constante". Después de meses de trabajo y rehabilitación se va recuperando y volviendo a recuperar la ilusión. "Me podía haber quedado coja para siempre. Me han puesto 20 clavos y dos placas de 4,5 centímetros, además de un total de 55 puntos".

 En la entrevista también ha hablado de su trabajo y sobre cómo se han comportado con ella sus compañeros. Dice que sólo una persona la ha decepcionado, pero que "se lo dirá a la cara" y niega que se haya planteado demandar a la cadena por el accidente: "A mí no me ha faltado de nada... Yo no he tenido que pagar absolutamente nada".

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Otro de los temas de la entrevista ha sido Rocío Carrasco y la demanda que le ha interpuesto. "Creo que está claro que nos ha perjudicado. Pero también creo que era necesario dar voz a Rocío Carrasco y ofrecer su testimonio, que hasta ahora no se conocía".

"Rocío Carrasco a mí no me ha quitado ninguna demanda", añade. "Si ella cree que me tiene que demandar, lo respeto. Lo que no respeto es que a mí me han puesto verde porque supuestamente me había quitado la demanda y que por eso le quité mi apoyo y no es así. Yo no la apoyo en todo, sí en algunas cosas".