'Supervivientes 2022' celebró su debate final con el objetivo de cerrar todas las cuentas pendientes de los concursantes de esta edición. Los 16 supervivientes se reencontraron para repasar su paso por el reality y dejar a un lado todas sus rencillas.

Como era de esperar, los conflictos no dejaron de sucederse a lo largo de toda la noche. Pero los conflictos entre los participantes no fue lo único que se vivió en la despedida del programa. Rubén Sánchez Montesinos, el segundo expulsado de la edición, dejó a todos sin palabras con un retahíla de reproches hacia el programa y la mayoría de sus compañeros.

El ex culturista aprovechó una pregunta de Carlos Sobera para soltar todo lo que había estado guardando durante estos meses. "Yo, más que problemas, en la convivencia hubo gente que no me quiso aceptar, que faltó a mis valores, a mi familia y a mi pareja. Aquí no se me dio la oportunidad, y ahora lo puedo decir, que me libero de la mordaza, porque no se me ha traído ningún domingo ni ningún martes. Parece ser que se me tenía miedo, no se me quería escuchar y ver al gran Rubén Sánchez Montesinos que todos conocemos" empezó diciendo.

Pero la cosa no quedó ahí. El ex supervivientes acusó al programa de no mostrarle una sorpresa de un familiar y de no darle protagonismo. "El Pirata Morgan no ha entregado la carta de mi madre por el día de la madre, porque no se mostró a mi madre que estuvo 13 meses en el hospital antes de entrar al reality y a punto de morirse. Nadie se preocupó en saber quién era Rubén Sánchez Montesinos, qué hijo, qué vecinos, qué hermanas, qué familia, quién era".

Unas palabras que no sentaron demasiado bien a Carlos Sobera que no tardó en responder. "Te voy a decir dos cosas. Estás aquí porque queremos todos que estés aquí y, pienses lo que pienses, en el programa se te ha querido mucho".

"Mucho se me tiene que escuchar. Hay muchas cosas que se han ocultado y se ha hecho mucho daño a mí persona y a varias personas" sentenció el concursante.