"Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra", la nueva entrega de la comedia familiar más taquillera de la pasada temporada, dirigida y protagonizada por Santiago Segura, adelanta su llegada a salas al próximo 29 de julio, mientras muchos de los estrenos anunciados para este verano se aplazan.

La decisión es un soplo de aire que mantiene con vida al cine tradicional y viene a insuflar esperanza en ese ínfimo tanto por ciento de posibilidad de sobrevivir: "Esperamos contribuir a revitalizar la actividad de los cines en un momento tan complicado", declaró a Efe Segura, director, protagonista y productor de sus películas.

Tras el anuncio el lunes pasado de que se aplazaba sine die "Tenet", la película de Christopher Nolan que se esperaba como locomotora que arrastrase a los espectadores a las salas, la cascada de títulos que han ido cayendo de las anunciadas carteleras estivales se vive estos días como una brecha por la que se desangra la industria. Apenas sobreviven entre las producciones internacionales "Mulan" y "Pinocho", previstas para el 21 y 28 de agosto, respectivamente.

Por eso, añade Segura, y tras consultarlo con su coproductora y distribuidora, la potente Sony Pictures, pensaron que era "ahora" cuando "más necesario es que los cines puedan tener novedades que animen a los espectadores a acudir a las salas, ante la ausencia de grandes estrenos norteamericanos".

Es cierta la incertidumbre mundial sobre los rebrotes por la pandemia, pero también el retraimiento del público, reforzado por la idea de peligro que transmiten las decisiones de algunos gobiernos -en España, la competencia es de los autonómicos que optan por cerrar salas a pesar de no haberse registrado casos en ninguna de ellas- y ambas cuestiones están detrás de esa sangría, en opinión de varias fuentes consultadas por Efe.

"La tristeza grande es que la cultura siempre es la más dañada en el sentido de que es lo primero que se cierra y lo último que se abre, y cuando lo hacen, se cumplen todas las medidas increíblemente bien y lo hacemos todo bien pero aún así, no es posible", se lamenta en declaraciones a Efe David Verdaguer, que apoya "a saco" a Santiago Segura.

"Sigue ganando la economía: no se cierran aeropuertos, ni playas, ni hoteles, pero sí los cines donde, al menos en Cataluña, no ha habido ni un solo contagio originado en ningún evento cultural, no lo entiendo", protesta el actor, ganador de un Goya en 2018, y protagonista de la deliciosa "Uno para todos", la última película española que comunicó un aplazamiento de su llegada a salas.

En esa línea, algunas películas han cambiado sus fechas de estreno al otoño, o a 2021; otras, no se mojan. De momento, se retrasan cintas como "Una pastelería en Notting Hill", "Monster Hunter", "Infortunio", "Sólo las bestias", "En busca de Summerland", "Chicuarotes", "Fast & Furious 9"... Y otras optan directamente por la distribución on line, una vez que Goyas y Óscars aceptan valorarlas igual.

Hay excepciones. Por ejemplo, A contracorriente, productora, distribuidora y exhibidora en sus salas Verdi, ha seguido con los estrenos "como si nada pasase", aunque cambiaron la fecha de "Que suene la música" tras saber que Segura iría por delante. "Es la competencia quien te hace mover las fechas, fue un motivo táctico", indica Eduardo Escudero, director general de negocio de la compañía.

Conciencia de industria

Y los exhibidores, agrupados en la Federación de Federación de Entidades de Empresarios de Cine de España (FECE) no tienen más que palabras de agradecimiento para Segura. "En la situación en la que estamos con todos estos movimientos a nivel internacional ver esta conciencia que tiene Santiago de industria y de la importancia de los estrenos para nosotros, como sector, es muy importante", señala su portavoz Borja de Benito.

Desde que comenzó la pandemia, FECE escruta las reacciones del público en varios estudios cuya conclusión actual es que "el 60% de la gente dice que irá al cine cuando haya un estreno", apunta De Benito. Lo confirma la reacción del público el fin de semana pasado con "Scooby" y "Superagente Makey", multiplicando por seis la asistencia a las salas y haciéndolos "éxitos" de taquilla, dadas las circunstancias.