Los montes Alba y Cepudo, en Valladares, coronan el límite sur de Vigo, erigiéndose como picos gemelos a 500 metros sobre el nivel del mar. Las vistas que estos promontorios ofrecen sobre el Val do Fragoso y el Val Miñor deleitan a los visitantes, que aprovechan el buen tiempo para pasar el día una amplia zona verde de arbolado que abarca 40 hectáreas.

El Monte Alba, coronado por una pequeña capilla, que ocupa el lugar donde en la edad media se alzaba un castillo, tal como muestra el escudo nobiliario de su fachada. Pertenecía a la casa de Valladares y lo llamaba el Castillo del Alba. Pero siglos atrás ya se había establecido en esa cima un castro, aprovechando su estratégica y privilegiada ubicación.

A su lado se alza el Monte Cepudo, 20 metros más alto que él, alcanzando los 527 metros. Actualmente existe en él un concurrido restaurante-mirador con amplias cristaleras desde las que se divisa la ría de Vigo y las Islas Cíes. También hay una zona de mesas de piedra y fuentes para aquellos que prefieran las comidas campestres, así como una decena de esculturas diseminadas por el terreno situadas en puntos de gran belleza. 

Desde él se tiene la mejor perspectiva del Alba y la ermita que lo corona. Además, por si inmejorable panorámica, son muchos quienes se acercan hasta allí para divisar los célebres fuegos artificiales de Bouzas. En sus inmediaciones se encuentra el Monte dos Pozos, otro gran parque forestal.

Por ambos montes discurren varias rutas de senderismo, la más destacada la senda panorámica de Vigo. Es muy habitual ver a ciclistas por sus caminos, aprovechando los desniveles del terreno y el desafío que suponen su escalada y descenso.

PATRICIA PEDRIDO