El ajo es un ingrediente perfecto para condimentar nuestras comidas. Utilizarlo en nuestros platos será perfecto para conseguir que las elaboraciones queden muchos más sabrosas, pero no siempre sienta bien en el estómago. De hecho puede llegar a repetirnos durante el día, aunque con estos dos trucos, podrás recurrir a él siempre que quieras.

La primera solución para evitar que el ajo te repita es seleccionarlos bien. No consumas aquellos que sean viejos, ya que suelen repetir más que los frescos. Después córtalo por la mitad y quita la parte del medio que suele ser un tallito de color verdoso. 

Otra alternativa puede ser escaldar los ajos tres veces siguiendo estos pasos:

  1. Pela los ajos y ponlos en una cazuela con agua fría para después ponerlos a hervir.
  2. Cuando el agua esté hirviendo, sácalos y haz este mismo proceso dos veces más.