Comprar un buen aguacate en el supermercado o en el mercado es pura artesanía. Bajo su piel rugosa y poco atractiva, esta fruta tiene muchas propiedades nutricionales y beneficios para la salud. Sin embargo, a simple vista es difícil saber si está verde, en buen estado o demasiado madura. Por eso, sufre un manoseo constante por parte de los consumidores y eso no trae nada bueno. Al contrario. Más allá de una cuestión de higiene, tanto toqueteo echar a perder el alimento, lo que reduce las opciones de dar con una pieza óptima. En cambio, el aguacate tiene un botón secreto para saber si está en su punto. Y no nos referimos al hueso que tiene en su interior. El truco es muy sencillo, está a la vista de todos y no implica sobarlo.

Encontrar un aguacate digno es como buscar una aguja en un pajar. Además, la culpa es nuestra la mayoría de veces. Porque tenemos por costumbre palpar con los dedos un sinfín de piezas hasta dar con la que más nos gusta. Craso error, eso solo merma la pulpa de la fruta. Porque apretarla un poco tiene un pase, pero piensa que, como tú, la presionan —y no levemente, sino con poco tacto— decenas de personas al día.

¿El resultado? Un montón de aguacates maltrechos y magullados que nadie quiere ni compra. Además, la ventana de tiempo en la que esta fruta está perfecta para comerse es muy corta, con lo que todo ello se traduce en un despilfarro alimentario.

El rabillo y los colores que esconde

El botón secreto que tiene este alimento para saber si está en óptimas condiciones es su rabillo, o pedúnculo, y en el color que tiene la pulpa al retirarlo. Si al sacarlo vemos que el aguacate está verde, todavía es pronto para comerlo. Si está amarillo, entonces está en su punto. Por contra, si el color es marrón, la fruta ya está pasada.

Este consejo es casi incontestable. Compruébalo tu mismo. Cuando el color que se esconde en el apéndice es verde, a poder ser tirando a amarillento, verás que la textura del aguacate es cremosa y uniforme.

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Solo hay un (pequeño) qué. Algunos expertos afirman que sacar el rabillo puede contaminar el alimento. Concretamente, puede suponer la puerta de entrada de bacterias. Pero, entre eso y comprar uno magreado por decenas de personas y abollado, ¿qué prefieres? Así que ya sabes. Deja de 'maltratar' a los pobres aguacates y sal de dudas destapando su botón.

Si ya has hecho la compra y has comprado aguacates verdes, no desesperes. No es un milagro, pero casi: con este otro truco cómo madurar esta rica fruta en 10 minutos.