Aprovechando la celebración del Día de la Madre, Rigoberta Bandini ha estrenado el videoclip de la canción 'Ay mamá', el tema con el que la artista se presentó para representar a España en el Festival de Eurovisión.

El mensaje de la canción tuvo una gran repercusión y desde el primer momento fue una de las grandes favoritas para hacerse con la victoria en el 'Benidorm Fest'. Incluso Telecinco aprovechó la canción para poner la banda sonora al especia del Rocío Carrasco 'Montealto, regreso a la casa'.

Después de varios meses, la artista por fin ha publicado su esperado videoclip que ya casi ha alcanzado las 500.000 reproducciones en apenas un día. Un vídeo que ha recibido muchas alabanzas pero que esconde una realidad hasta ahora desconocida.

Las redes sociales se han convertido en el escenario de la polémica después de que Nazareth Dos Santos, activista feminista, revelará la realidad detrás de las imágenes que se ven en la pieza audiovisual.

Ella participó junto a unas compañeras en la grabación del videoclip. Cuando les contactaron, querían que ellas mostrasen la diversidad de sus pechos para que el mensaje de "no sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas" llegase de manera directa y haciéndose realidad pero la cosa no fue así.

Según ella misma ha contado, ella y sus 6 compañeras se llevaron una gran decepción cuando vieron el videoclip. "Todo se desmoronó. Cuatro días antes del estreno, nos avisan de que finalmente los pechos no saldrán en el videoclip. ¿Por qué? Al director no le encajan. ¿Qué irónico no? Un hombre decide que los pechos y su diversidad no encajan en una canción que dice "no sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas".

"Al final es lo de siempre, un hombre ha decidido por nosotras cómo se hacen las cosas y, sorpresa, los pechos reales no le han cuadrado, no forman parte de su reivindicación. En resumen, quería un video bonito pero que no pique demasiado, no vaya a ser que moleste de verdad" escribió la afectada.

Un mensaje al que no han tardado en reaccionar las redes sociales, tachando a Rigoberta de jugar con el feminismo y de vender un papel que realmente no iba con ella.