Marta Pérez lleva años llevando las obras de Inversa Teatro por Galicia, el Estado Español e incluso América. En su nuevo proyecto, se ha ‘hermanado’ con el Centro Dramático Galego para llevar a escena, seguramente, su pieza más personal y visceral hasta ahora: “O Péndulo”, que hoy se estrena en el Auditorio Municipal de Vigo a las ocho de la tarde, y que recoge las vicisitudes de María Gómez, alcaldesa de A Cañiza (Pontevedra) en 1936 y única regidora mujer en Galicia en la II República.

Entre ensayo y ensayo, Pérez añade que la obra también busca poner el foco en la historia silenciada por su familia alrededor de su bisabuelo, Tirso Gómez Freijido, del Partido Socialista, apresado y fusilado en 1936 en O Castro en Vigo, justo en frente de donde se representará la pieza que también lo incluirá como personaje al igual que sus camaradas Justo Moure, Jesús Pérez o Antonio Mojón.

La actriz ha logrado que apoyen el proyecto la Mostra Internacional de Teatro de Ribadavia, donde se podrá ver este verano; así como el Área da Memoria Histórica de la Deputación de Pontevedra, contando también con el apoyo de los ayuntamientos de A Cañiza, Vigo y Negreira.

Reconoce la autora e intérprete el “pudor” que sintió al plasmar esta historia sobre las tablas. Fue tras descubrir y leer las cartas de su bisabuelo a la familia y a una iniciativa en el año 2018-2019 del CDG para trabajar sobre la identidad, cuando dio el paso para empezar a preparar “O Péndulo”.

El nombre fue elegido para certificar la búsqueda de la historia familiar que le “silenciaron” pero también para que los espectadores recuperen las de otras familias represaliadas que pasaron por idénticas o similares situaciones tras la Guerra Civil y el franquismo.

Marta Pérez se interpreta –dirigida por Álvarez-Ossorio– a sí misma en la obra, en la búsqueda de documentación, y es apoyada sobre las tablas por las actrices Nerea Brey y Rosa Puga Dávila, que recrean los distintos personajes, incluidas Urania Mella, Pura Martínez Garrido o Fina Manjón, esta última hermana de uno de los fusilados que aún sigue viva.

Pérez no olvida cómo María Gómez, del Frente Popular, llegó “de rebote” a la alcaldía tras rechazar el cargo otra persona y cómo sufrió torturas tras el golpe militar. Subraya que si salvó la vida fue porque le llegó el recado en unos papeles escondidos en las trenzas de una niña a la cárcel de Príncipe de que dijese que estaba embarazada. Finalmente logró salvarse tras pasar 12 años más en una de las peores cárceles para mujeres del franquismo en el País Vasco.