Un portal ya ofrece en la comarca más de un centenar de casas de intercambio turístico

La Asociación de Aloxamentos TodoMorrazo apoya esta nueva oferta, pero alerta de los riesgos de que no esté regulada

En su caso, soportan triple legislación y presión fiscal

Complejo de cabañas en Udra, incorporadas a la Asociación de Aloxamentos Turísticos TodoMorrazo.

Complejo de cabañas en Udra, incorporadas a la Asociación de Aloxamentos Turísticos TodoMorrazo. / Fdv

La Asociación de aloxamentos turísticos do Morrazo 'TodoMorrazo', con sede en Cangas y presidida por Borja Brun, se prepara para la nueva temporada de Semana Santa y verano con la sensación, dice, de que puede ser uno de los mejores años para este tipo de alojamientos en una comarca con una capacidad, según el último registro de la Xunta, de más de 4.391 habitaciones que pueden acoger hasta 8.785 personas. En Cangas hay 662 viviendas de uso turístico, entre otros tipos de alojamientos como hoteles, pensiones y campings; en Bueu hay 370 y en Moaña, 195.

Brun asegura que la comarca, privilegiada por sus playas y cultura, se encuentra en un momento de optimismo impulsado por una oferta de alojamiento en constante mejora y el crecimiento de una forma innovadora de turismo compartido, como es el intercambio de casa, aunque bien es cierto que les genera ciertas dudas si esta oferta no está debidamente regulada.

Vivienda turística “Casa das Señoritas”, en Moaña. |   // FDV

Vivienda turística “Casa das Señoritas”, en Moaña. / FdV

Esta modalidad de intercambio de viviendas, que permite a las familias hospedarse en sus hogares durante las vacaciones, ya está muy introducida en O Morrazo. Uno de los principales portales del sector es HomeExchange, que ya cuenta, según TodoMorrazo, con más de medio millar de propiedades en Galicia disponibles para intercambiar, de las que más de un centenar se encuentran en esta comarca, entre los municipios de Cangas, Moaña y Bueu, “o que subliña a crecente popularidade desta práctica”, indica Brun.

Añade que a primera vista el intercambio de viviendas ofrece una solución ingeniosa a los altos costes y complicaciones a los que se enfrentan los turistas y los propietarios, pero también se pregunta si esta tendencia puede ser un arma de doble filo.

“A priori este enfoque non só fomenta o turismo responsable e sostible senón que tamén potencia a economía compartida”

Borja Brun - Presidente de 'TodoMorrazo'

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Reconoce que proporciona una experiencia de viaje más auténtica y personal, permitiendo a los visitantes vivir como vecinos y, al mismo tiempo, ofrecer a los propietarios la oportunidad de explotar nuevos destinos sin el peso de las tarifas de alojamiento: “A priori este enfoque non só fomenta o turismo responsable e sostible senón que tamén potencia a economía compartida, en liña cos valores de comunidade e cooperación”.

Inconvenientes

Pero, no obstante, añade el empresario, genera inconvenientes como la seguridad o la incerteza inherente a las experiencias que no pueden ser totalmente garantizadas por las valoraciones previas. Es decir, sin una regulación adecuada, el alojamiento compartido podría generar competencia desleal para los operadores tradicionales y afectar la calidad en el servicio en el sector. Puede llevar también a situaciones en donde el derecho a la privacidad y la seguridad tanto de anfitriones como de huéspedes podrían verse comprometidos.

Borja Brun apoya el concepto de alojamiento compartido siempre y cuando se gestione de forma que se preserve la equidad en el mercado, se mantenga algún estándar de calidad y seguridad y se fomente un impacto positivo en las comunidades.

Desafío para los propietarios de viviendas de uso turístico

En el caso del alojamiento turístico, la regulación supone un desafío complejo para los nuevos miembros de la Asociación TodoMorrazo, como explica Brun. Muchas veces, al no tener experiencia en empresa no son capaces de dar un cálculo adecuado a sus tarifas y se llevan sorpresas fiscales al final del ejercicio.

Existe una triple legislación –nacional, regional y a veces local– que a veces resulta confusa, añade. La situación, según señala, se complica con las nuevas obligaciones del registro de huéspedes, que supone una capa adicional de responsabilidad sobre los propietarios: “É un hándicap importante”, ya que la mayoría de los establecimientos son gestionados por personas que no son empresas para las que supone un desafío en términos de cumplimiento de la regulación.

Otro detalle de la Casa das Señoritas en Moaña.

Otra imagen de la 'Casa das Señoritas', en Moaña. / FdV

Explica que, frente a la imagen de precios altos en los alojamientos y de los supuestos márgenes económicos, por cada 100 euros ingresados diariamente por alojar a un huésped, un 16% se destina a comisión de la plataforma y un 37% va directamente a Hacienda, lo que representa un 53% de los ingresos consumidos por gastos fijos y obligaciones fiscales. A esto habría que restar los costes variables por electricidad, agua, limpieza, que pueden ascender a unos 20 euros. Por tanto, de los 100 euros se dispondrían de 20 libres. Si se extiende a todo un mes de alquiler, el beneficio neto sería de 600 euros, distando mucho de los 3.000 que se podría pensar.

Por otra parte, el presidente de TodoMorrazo apoya ir hacia un turismo más sostenible y equilibrado. Ellos ya han elaborado el documento “A veciñanza primeiro”, con 17 propuestas de urgencia para mejorar el turismo en estas localidades, frente a la 'turismofobia' que llevó, sobre todo en Cangas, a acciones llamativas como pintadas en las calles: “Detrás desta expresión de descontento atópase un anhelo compartido por un turismo máis sostible e equilibrado”.

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