La senda peatonal que unirá las parroquias de Meira y Domaio paralela a la carretera general PO-551 por la margen del mar tenía su fecha de entrada en servicio a finales de noviembre. Sin embargo, los trabajos se prolongarán hasta el mes de enero, como comprueban los vecinos que pasan cada día por ese tramo de la carretera general PO-551 y deben esperar en los semáforos de obra que permiten el paso alternativo por el único carril habilitando. Una de las razones de este incremento del plazo está en que el propietario de una de las parcelas afectadas no cedió el acceso y el ejecutivo gallego tuvo que recurrir a una resolución judicial para forzar la entrada a la finca. Esa espera condicionó el plazo final de la obra. El acceso no pudo producirse hasta comienzos de diciembre.
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Los técnicos de la obra que ejecuta la Consellería de Infraestruturas valoraron incluso construir toda la senda a excepción de ese tramo que quedaría pendiente, pero finalmente lograron el visto bueno de la justicia para completar todo el trazado previsto.
También influyó en la ampliación del plazo de ejecución la sucesión de temporales de octubre, así como la necesidad de ejecutar tres bypass en las canalizaciones del abastecimiento, que fueron muy complejas y requirieron pruebas de presión.
Desde octubre solo quedan por finalizar los tramos en voladizo sobre el mar, la zona sobre tierra firme ya está lista. El coste de la obra asciende a 1,8 millones de euros.