Con todo, la jornada de ayer no fue tan intensa en incidentes como lo que se temía. Sí que se alcanzaron fuertes rachas de viento, la más extrema en Cabo Udra, a las 14,40 horas, con 106 kilómetros por hora. Ese viento fue el culpable de que una batea se desplazara desde A Guía en dirección la playa de A Borna, sobre las 19.30 horas. Acabó varada en el arenal que la marea alta había cubierto. La Policía Local de Moaña realizó un seguimiento y alertó a Salvamento Marítimo, que no actuará salvo que la batea emprenda de nuevo camino de la costa, aunque parecía ayer improbable según la policía. El fuerte viento fue el culpable de que cayeran algunos árboles, señales, cables y también chapas de cubiertas en viviendas de Cangas. El Grupo de Emergencias Municipal de Cangas tuvo trabajo permanente, pero no fue más allá de atender caídas de árboles (uno en la carretera de Herbello, a las 06.00 horas de ayer, que interrumpió el tráfico), señales y algún contenedor volcado En Moaña, la brigada de obras actuó en la zona de Escobar, ene l vial Berducedo-A Meira de Arriba.
El transporte marítimo estuvo cerrado en Cangas entre las 16.30 y las 19.30 horas y en Moaña se cerró a las 16.30 y estaba previsto que se retomase a las 20.00 horas. La flota pesquera de Cangas y de Bueu estuvo prácticamente toda amarrada. Solo salieron, en Bueu, 4 barcos a faenar al erizo, mientras que en Cangas salieron a trabajar 5 embarcaciones al erizo y 3 a la navaja. El mal tiempo trajo buenos precios y capturas. Se consiguieron 108 kilos de Navaja con un precio de entre 17,17 y 19,76 euros/kilo. Los barcos del erizo capturaron 465 kilos. que se vendió a 16 euros.
En Bueu se registraron las caídas de dos árboles, en ambos casos alrededor de las cuatro de la tarde. En las inmediaciones del centro de salud un sauce se desplomó sobre el vial interior, teniendo que ser retirado por la brigada municipal. En Cela, en el lugar de O Beloso, un árbol de grandes dimensiones cayó en la carretera, en este caso en una curva, con la consiguiente peligrosidad. Intervinieron efectivos de la Policía Local y de los Bombeiros do Morrazo para regular el tráfico y retirar el elemento de la calzada.
Con el viento vuelve el ruido de las casetas de marineros
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Con el regreso de los fuertes vientos del sur retorna al vecindario el molesto ruido que generan las casetas metálicas de los marineros de Cangas construidas a comienzos de la década del 2000 en el rompeolas del puerto. Es la música de fondo cuando llegan las fuertes borrascas del sur. Los vecinos se quejan del silbido constante que producen y que el viento extiende a varios kilómetros de distancia afectando incluso a viviendas al otro lado del casco urbano, incluso en la zona de los juzgados. Ayer volvían a manifestar su queja y pedían una solución.