La jueza libera solo a tres de los diez detenidos en la macrooperación antidroga

En un autobús de la Guardia Civil llegaron ayer a los juzgados de Cangas hasta nueve de los detenidos en la operación antidroga que investiga el Juzgado Número 1 de la citada localidad, en la que se habrán intervenido al menos 400.000 euros en metálico y 400 kilos de hachís y cuatro de cocaína en los registros domiciliarios que tuvieron lugar en Cangas, Córdoba, Arousa, Vigo y Mondariz. Tres de los detenidos salieron en libertad: una mujer, vecina de Arousa, M. D. B., un joven de dicha localidad, S.T.R, y otro de Cangas, J.T.V.; los demás fueron directamente a prisión, acusados de un delito de tráfico de drogas y pertenencia a organización o grupo criminal. Hay una décima persona, que declaró por videoconferencia desde Córdoba y que también entra en prisión, J.S.L. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) indica que las tres personas que quedaron en libertad quedaron con obligación de presentarse cada quince días en dependencias de la Guardia Civil y a dos de ellos se les retiró el pasaporte. La abogada de S.T.R discrepa. Afirma que a su defendido no le impusieron ninguna medida preventiva.

Sigue fugado D.F.M. y entró en la cárcel su hermano A.F.M., ambos vecinos de Cangas y a los que el fiscal considera los líderes de la organización criminal. En su informe, el fiscal indica que los dos hermanos lideran un colectivo organizado y estructurado de personas provisto de varios vehículos, dedicado al acopio y aprovisionamiento periódico de sustancias estupefacientes (cocaína y/o hachís) para su posterior e inmediata distribución. Asegura que los hermanos F. M., alias Os Gemelos, son quienes disponen y deciden la adquisición regular, así como la posterior distribución de sustancias estupefacientes, aportando a su vez una flota de vehículos.

Los detenidos A.C.G (vecino de Cangas), A.M.R (vecino de Vigo) y G. B. R (vecinos de Cangas) seguían, según la acusación, las directrices de aquellos, participaban indistintamente en la recepción y traslado de la droga a los puntos donde se guardaban y las entregan a los investigados S.T.R. (quedó en libertad) y G.C.M. R. para su distribución final. El fiscal sitúa en el domicilio de J.S.L, la vecina de Córdoba, el lugar donde los hermanos se aprovisionaban de droga periódicamente, desplazándose regularmente desde el sur de España hasta punto de recepción, como una pizzería en Mondariz o en un domicilio en Coiro. El fiscal considera a G.B.R., el encargado de la custodia del estupefaciente, en el inmueble sito en el lugar de Coiro. Dice que realizaba de igual modo labores de distribución de la droga a terceras personas. Sostiene que A.M.R es la pieza esencial en los canales de distribución de estupefacientes y que A.C.G.S (vecino de Cangas) actuaban en connivencia con el resto de los investigados en labores de aprovisionamiento de sustancias estupefacientes.

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