El muelle bateeiros de A Mosqueira fue testigo ayer, al mediodía, de una bonita historia de amistad. Y es que un trabajador del sector mejillonero pidió a un amigo, buzo, que intentase recuperar la cartera y el teléfono móvil que le habían caído al mar varias horas antes. “Doy por hecho que el móvil ya está estropeado, pero si recupera la cartera me evito todos los trámites burocráticos de tener que volver a solicitar los distintos documentos”, explicaba.
El buzo realizó una inmersión con la pertinente bombona de oxígeno para bajar a unos tres metros de profundidad. La operación de búsqueda atrajo la mirada de todos los curiosos que pasaban a esa hora por la principal instalación portuaria moañesa.
El buzo tuvo que emplearse a fondo, porque el agua estaba turbia y la cartera, de color negro, se confundía con los lodos del fondo. No en vano, la búsqueda se realizó en la rampa de varada del muelle de bateeiros. El dueño temía también que el paso de barcos mejilloneros por la zona desplazase sus efectos personales.
Finalmente, y después de salir a la superficie en varias ocasiones para explicar la dificultad de la empresa, logró encontrar el “tesoro” que buscaba, para alivio del dueño. Los que estaban viendo la búsqueda no se pudieron reprimir y le aplaudieron cuando mostró las “capturas”.
Queda clara la importancia de contar con amigos en todos los sectores. Siempre pueden sacar a uno de un apuro.