Una columna de fuego con varios metros de altura y el pertinente humo que se veía desde bastante distancia, alarmó ayer por la tarde a buena parte de los vecinos de la parroquia moañesa de Domaio. Las llamas procedían de un coche que circulaba por la carretera general (PO-551) y que empezó a arder de repente a la altura de la iglesia parroquial.
El suceso se saldó sin heridos pues el ocupante del vehículo lo detuvo en el margen de la calzada y salió por su propio pie después de que alguien desde fuera le avisase de que salía fuego en la parte baja del coche.
Hasta la zona se desplazaron efectivos del servicio provincial de bomberos de Pontevedra, así como de la Policía Local de Moaña y de la Guardia Civil, que regularon el tráfico mientras se prolongaban las tareas de extinción. El coche quedó totalmente calcinado. El fuego se había registrado alrededor de las seis de la tarde y cuando acabaron los trabajos ya era de noche.
Ayer los equipos de emergencias desconocían las razones del fuego, que pudo deberse a un fallo eléctrico, un fallo en el motor o incluso por un sobrecalentamiento de los discos de freno. Cada año son varios los casos que se registran en O Morrazo de coches que arden de forma espontánea por algún error mecánico.