El año 2021 concluyó en O Morrazo con 823 defunciones y solo 467 nacimientos, lo que representa un récord negativo en el saldo vegetativo de la comarca. Los vecinos lamentaron 356 fallecimientos más de los alumbramientos que festejaron. La zona acumula ya 11 años con más muertes que recién nacidos pues el 2011 fue el año en el que todo cambió y se confirmaron los peores augurios después de muchos ejercicios de caída de la natalidad. La tendencia no permite ningún atisbo de optimismo, según se desprenden de las cifras de población que publicó esta semana el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Cada año los números rojos del crecimiento vegetativo son mayores y sin una solución a la vista a corto ni medio plazo. O Morrazo no escapa de la tendencia general de Galicia. Y es que en el año 2021 solo Ames y Salceda de Caselas, en toda la comunidad autónoma, registraron más nacimientos que fallecimientos.
El año 2010 había concluido en O Morrazo con 796 alumbramientos y 711 muertes, lo que suponía un crecimiento natural de 85 habitantes. Al año siguiente los nacimientos caían hasta los 676 y, aunque murieron menos vecinos que en el ejercicio anterior, el saldo vegetativo ya fue de -2. Desde entonces todo fue a peor. Desde 2012 la comarca ni se acercó a las 700 nuevas vidas al año. Es más, las cifras bajaron a 569 en 2015; a 452 en 2018 y se mantienen en valores similares desde entonces.
Como es habitual, los nuevos vecinos se reparten casi siempre a partes iguales entre hombres y mujeres, pero en las defunciones son ellos los que suman, año tras año, más muertos. Solo en 2021 se registraron 438 fallecimientos de hombres por 385 de mujeres y desde el comienzo de este siglo, apenas en tres años fueron más las vecinas fallecidas que los vecinos.
Matrimonios
En lo que respecta a los matrimonios, el comienzo del milenio celebraba 406 bodas por año en O Morrazo. Cifra que cayó rápidamente hasta llegar a un mínimo de 201 en el año 2020, aunque claramente condicionada por la pandemia de COVID-19 que impedía las celebraciones colectivas. En el año 2021, ya saliendo de la pandemia, la cifra de matrimonios se recuperó de forma sensible y escaló hasta las 287. Muy lejos, sin embargo, de los datos de antes del año 2000.
Por municipios, claramente los mayores problemas demográficos los tiene Bueu, que es también el territorio con menos población absoluta. Desde la llegada de este siglo, Bueu vio a más vecinos morir que nacer en 14 de los 22 años transcurridos. Ya en 2001 sufrió este problema y desde 2012 la diferencia es cada vez mayor. El año pasado perdieron la vida 133 bueueses y nacieron 66.
En la última década solo Moaña sumó, dos veces, un saldo vegetativo positivo
Cangas y Marín acumulan once años consecutivos con más entierros que bautizos. En el caso cangués, el último ejercicio se saldó con 241 defunciones y apenas 143 nacimientos, arrojando un saldo vegetativo de -98. En Marín, por su parte, el año pasado perdieron la vida 242 vecinos y nacieron 142, un centenar de personas menos.
Moaña, algo mejor
Solo Moaña rompió esta racha en la última década, espoleada por el crecimiento urbanístico de la villa y la atracción de vecinos de Vigo con la construcción del Corredor do Morrazo ahora convertido en autovía, que situaba a Moaña a escasos minutos de la ciudad olívica. Así, en 2012 y en 2014 la villa moañesa vio nacer a 17 y 16 vecinos más de los que fallecían, respectivamente.
Sin embargo no fue más que un espejismo. Desde entonces los números rojos son cada vez más pronunciados, igual que en el resto de la comarca. En total, en 2021, fueron enterrados 91 moañeses más de los que vinieron a la vida (207 por 116).
Más de 13.200 vecinos superan los 70 años
El envejecimiento poblacional de Galicia y que también tiene su reflejo en O Morrazo responde, además de a una tasa de nacimientos cada vez más baja, a la buena noticia de una esperanza de vida al alza y de las mayores de todo el mundo. En estos momentos son 13.210 los vecinos de O Morrazo que cuentan con más de 70 años y de ellos, hasta 2.753 superan los 85 años, con un claro desequilibrio en favor de las mujeres, que tienen una esperanza de vida mayor. Ellas suman 1.824 de los vecinos con más de 85 años mientras que “solo” 929 varones superan esa edad en estos momentos.
En cuanto a los jóvenes, son 14.198 los menores de 20 años que residen en estos momentos en alguno de los municipios morracenses. Eso sí, por grupos quinquenales las perspectivas no son nada halagüeñas, pues solo 2.732 pequeños de la comarca tienen menos de cinco años, una cifra que ya es menor a la de aquellos que superan los 85 años.
