Dos de los directivos de la Asociación Moaña Solar, que dio sus primeros pasos en 2020 para crear en la villa una comunidad energética local que en la práctica funcione como una “traída comunal de electricidad”, fueron recibidos ayer por el delegado del Gobierno, José Manuel Miñones Conde, en la sede de la Delegación en A Coruña. Explicaron al representante del ejecutivo central los pasos dados hasta la fecha y las intenciones para las que están redactando un proyecto de ejecución. Le invitaron, tanto a él como a representantes del Gobierno central en materia de energía, a participar en unas próximas jornadas informativas que organizarán en Moaña, previsiblemente a comienzos de 2023.
Después de explorar, en Ponte Caldelas y de la mano de la alcaldesa, Leticia Santos, una iniciativa similar ya en marcha que recurrió a parcelas de monte comunal para acometer la instalación fotovoltaica, los promotores de Moaña Solar seguirán visitando, en las próximas semanas, otras experiencias de este tipo y estudian figuras jurídicas para poner en marcha la “traída de energía”, decantándose de momento por la de la cooperativa como la más adecuada. Aplauden el interés de las administraciones “sobre todo del Concello de Moaña, que hace que esto ya no pueda parar”, explica el presidente, Antón Pena Parga.
El paso que darán ahora será explorar la posibilidad de que el Concello de Moaña colabore con el proyecto permitiendo la instalación de placas fotovoltaicas en los tejados de los edificios municipales. A mayores, siguen tratando de sumar a empresas de Moaña entre sus socios. De momento Moaña Solar es apoyado por casi medio centenar de integrantes, en su mayoría a título particular.
Los primeros pasos para una “traída de energía” se dieron en el año 2020
“Los tejados ocupan menos territorio y tienen un impacto ambiental mucho más reducido que recurrir a un terreno para instalar los paneles”, apunta Pena Parga para explicar su apuesta.
El objetivo con el que Moaña Solar se presentó al público en octubre de 2020 era sumar al mayor número posible de vecinos y empresas del municipio para poner en marcha “una traída comunal del siglo XXI” que acabe logrando la generación vecinal de energía eléctrica así como su distribución, almacenamiento y consumo con el objetivo de “romper con las grandes distribuidoras”.
