Un grupo de vecinos de Moaña, activistas en el asociacionismo, crea la primera Comunidad Energética Local de Galicia bajo el nombre de "Moaña Solar" y con la intención de sumar al mayor número posible de vecinos y empresas del municipio para poner en marcha "una traída comunal del siglo XXI" que acabe logrando la generación vecinal de energía eléctrica así como su distribución, almacenamiento y consumo con el objetivo de "romper con las grandes distribuidoras", explica el presidente del colectivo, Antón Pena Parga.

En la presentación de la iniciativa, desde "Moaña Solar" explican que esta iniciativa "pionera en Galicia" busca como primer objetivo abaratar la factura de la luz para el consumidor final. Otro objetivo sería poner fin a las situaciones de pobreza energética "para que ningún vecino pase frío en su casa por no poder pagar la factura". El tercer objetivo es la apuesta por la producción fotovoltaica reduciendo al cero las emisiones de carbono de la energía que usen sus asociados.

Para ello, "Moaña Solar" logró implicar al Concello, que remitió un escrito a todas las asociaciones del municipio por si sus integrantes quieren sumarse al proyecto. Cuenta también con el apoyo de directivos de las tres comunidades de montes. Además de la implicación del mayor número posible de vecinos, consideran "esencial" la ayuda de las administraciones para ayudar en la inversión tecnológica inicial. Calculan que los fondos estructurales de la Unión Europea y la próxima legislación del Gobierno central irá en beneficio de este tipo de comunidades energéticas locales y por ello esperan partir con ventaja para acelerar este cambio de modelo en Moaña. "Hay un gran caldo de cultivo en Moaña. Esta villa fue pionera en la creación de cooperativas de mejilloneros y de mariscadoras. También creó las primeras traídas comunales de aguas. Estamos seguros de que si ponemos en marcha este proyecto, servirá como modelo para otras iniciativas similares en toda Galicia", argumenta Parga.

Los cálculos iniciales de los que parten consideran necesario lograr un centenar de instalaciones fotovoltaicas para aprovechar la energía solar a lo largo del 2021. Se instalarían en terrenos particulares de los vecinos y empresas que se asocien. "Sería el número básico para que las placas sean rentables al abaratar el coste de los materiales. Permitiría también, con esa masa, acceder a ayudas públicas y lograr incentivos fiscales, pues las administraciones están obligadas a aplicar políticas de descarbonización. Además, sería más fácil negociar también con empresas distribuidoras", explica el vecino Víctor Pastoriza. Aunque todavía no se atreven a fijar la rebaja que a medio o largo plazo se lograría en la factura eléctrica, recuerdan que con una producción energética propia alta también ganarían vendiendo a terceros los excedentes.