A mediados de agosto, en pleno ecuador del verano y con las playas a rebosar de bañistas, la de Areamilla seguía sin izar la bandera azul porque el Concello de Cangas era incapaz de dotarla de los socorristas necesarios, que también se incorporaban a cuentagotas en otros arenales de O Morrazo. El concejal Mariano Abalo, al igual que miembros del colectivo de profesionales del salvamento, culpaban en parte de esa situación a la Xunta, por exigirles requisitos que en los años anteriores obviaba, y la Fegamp (Federación Galega de Municipios e Provincias) se hizo eco del malestar y lo trasladó al gobierno autonómico, que ahora acepta revisarlos. Se hará a través de una “comisión de trabajo para estudiar nuevas vías de acceso a la profesión de socorrista”, según anuncian las partes, que buscan consensuar el marco normativo y ponerlo en práctica con la suficiente antelación para que los problemas no se repitan en verano.
“El objetivo es diseñar una propuesta consensuada a favor de incrementar el número de profesionales del socorrismo al tiempo que se garantiza la seguridad de los bañistas con un servicio seguro y de calidad”, señalan desde el departamento de Emerxencias e Interior, que dirige Santiago Villanueva, tras una reunión con el presidente de la Fegamp, Alberto Varela, en la que se abordó la necesidad de diseñar una “propuesta consensuada” para la elaboración y posterior aprobación de la nueva norma. El objetivo “es poder incrementar ya de cara al próximo año el número de profesionales que cuenten con la formación adecuada y garantizar así la seguridad de los bañistas con un servicio seguro y de calidad”.
La Fegamp recuerda que las exigencias del decreto aprobado por la Xunta en octubre de 2021 “provocaron que el verano que acaba de terminar no hubiera disponibilidad de titulados para cubrir todas las playas” , y en algunos casos impidiera prolongar el servicio más allá de los meses tradicionales de vacaciones, a pesar del buen tiempo.
El edil cangués Mariano Abalo considera “buena noticia” que se revisen criterios para facilitar que se cubra la oferta de socorristas, sin desatender una preparación acorde con su responsabilidad. Recuerda que la Xunta exigió este año a los profesionales unos certificados que en los dos ejercicios anteriores renovó de forma automática, por la pandemia, reduciendo así la cifra de socorristas disponibles.
