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Un jabalí hiere a un perro en un ataque nocturno en Nerga

El animal fue herido de gravedad y atendido de urgencia | Su dueño lo encontró con las tripas fuera cuando acudió al maizal por la mañana

El perro herido con la gran cicatriz que le dejó el jabalí | // G.NÚÑEZ

Nuevo ataque de jabalíes a una finca de maíz en Nerga. Esta vez hubo heridos. El animal salvaje arremetió con dureza contra uno de los dos perros que cuidan la finca de José Alfonso, que ya había denunciado el domingo la presencia masiva de jabalíes en la zona. El perro, un cruce de perro de aguas, de 30 kilos de peso, fue brutalmente herido. Su dueño lo encontró con las tripas fuera cuando por la mañana llegó a la finca.

Estos hechos tuvieron lugar en la madrugada del martes. José Alfonso afirma que el otro perro que estaba en la finca tiene un año y que debió de huir en el momento del ataque. El propietario de la finca está convencido de que no se trata de una piara de jabalíes la que actúa en su finca. Está convencido de que se trata de uno solo, un animal que ya tuvo frente a sus ojos una vez y que le llamó la atención por su tamaño. El animal, aunque gravemente herido, se encuentra con vida después de que su dueño lo llevara al veterinario. Ahora se encuentra convaleciente en casa. Comenta que su propietario que el ataque del jabalí también afectó esta vez a la finca de un vecino. Asegura que de la suya, que tenía toda a maíz, ya no queda nada.

José Alfonso tuvo la visita ayer de un técnico de Medio Ambiente que procedió a tomar nota de lo ocurrido. Pero José Alfonso está harto de la situación. Asegura que unos por otros no se hace nada y que las pérdidas en la cosecha son muy grandes. “Me dicen que denuncie al coto de caza de Cangas. Pero es que ellos tampoco pueden ahora mismo hacer batidas. Pero algo voy a hacer, porque estoy harto”. Ayer por la mañana tenía la intención de denunciar lo sucedido al Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona). Comenta que en Nerga se suceden los ataques de los jabalíes, que campan a sus anchas, sin que nadie pueda hacer nada. Afirma que hay vecinos que no se atreven ya a plantar maíz por culpa de los destrozos que provocan estos animales salvajes, que eras plantaciones que estaban funcionando bien.

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