Los ocho niños de los campamentos de refugiados saharauis en el desierto de Argelia que están pasando este verano en O Morrazo fueron ayer recibidos por el gobierno local de Moaña, que les hizo entrega de material escolar de regalo. Desde la asociación Solidariedade Galega co Pobo Saharaui explican que antes de la pandemia había 14 familias acogedoras para otros tantos pequeños y piden más apoyo de cara al próximo año para intentar incrementar la cifra y que más menores puedan dejar atrás el fuerte calor que sufren en los campamentos durante el verano. El programa “Vacacións en Paz” se recuperó este año tras dos veranos sin organizarse por culpa de las restricciones derivadas de la pandemia de COVID-19. De los ocho niños que pudieron venir finalmente, la mayoría son acogidos por familias de Moaña. Durante esta estancia podrán participar en los campamentos de verano de la villa.
La concejala de Benestar Social, María Ortega, explicó que el Concello moañés aporta cada año 4.500 euros para sufragar gastos de los viajes y otros 500 euros para los regalos a los pequeños. Durante los dos años de la pandemia no dejó de aportar la misma cantidad en concepto de urgencia alimentaria para enviar ayuda a los campamentos de refugiados.
Durante su estancia en O Morrazo todos ellos serán sometidos también a una revisión médica. Los acogidos este año cuentan con ocho años de edad.
Durante la recepción de ayer la alcaldesa, Leticia Santos, recordó el acuerdo plenario de Moaña oponiéndose al cambio de postura del Gobierno central sobre la situación de la antigua provincia española y, por lo tanto, reconociendo el derecho del Sáhara Occidental a su soberanía “y a vivir de sus propios recursos”, frente al histórico y polémico cambio del ejecutivo presidido por Pedro Sánchez, aceptando la incorporación de este territorio a Marruecos como una autonomía.
