La segunda edición del Pirulí Fest inundó de deporte el entorno de la playa de Rodeira en un evento que cumplió su segunda edición y que se retomó después del obligado parón por la pandemia del coronavirus. El regreso del torneo fue sonado, con un abanico de modalidades deportivas que extendieron su actividad a lo largo de todo el fin de semana y que incluso incluyeron una batalla de gallos para poner el toque musical urbano.
En total fueron más de 400 participantes –según los datos de la organización– los que se sumaron al Pirulí Fest, que desplegó sus redes no solo en la playa de Rodeira, sino en la Praza de As Pontes, en el parque de A Palma o en la alameda nueva para ofrecer un variado menú, contando con la inestimable colaboración de varios clubes de la comarca.
El baloncesto fue la modalidad que reunió a más competidores, unos 180 entre adultos e infantiles, en torneos de 3x3 que se celebraron desde el viernes y que ayer tuvieron sus eliminatorias hasta las finales, con el Defensores do Morrazo coordinando. Del atletismo, con diferentes pruebas para categorías inferiores, se encargó el Vila de Cangas, mientras que el Maniotas aportó su granito de arena con el voley playa, con especial expectación en la prueba nocturna. No faltó la prueba ciclista de Mini BTT con el Bike ou Non Vai al frente. Por último, el Box 340 organizó una competición de crosstraining por parejas con cuatro pruebas diferentes.
“Lo importante es comenzar. Es la segunda edición y para el tiempo que tuvimos todo fue perfecto. Ahora nos queda crecer y aprender de los errores”, sentencia el responsable del Pirulí Fest, Agustín Pousada.