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El actor Roque Ruiz, este pasado domingo en el Auditorio de Cangas.SANTOS ÁLVAREZ

MOSTRA DE TEATRO DE CANGAS

“La serie El desorden que dejas me permitió trabajar con tremendas actrices”

El actor coruñés pasó por Cangas para representar Amantis, sobre las redes sociales

Huye de considerarse un actor revelación, pero lo es. Demostró talento en su primera gran producción en la miniserie para Netflix “El desorden que dejas”, junto a las actrices de renombre Inma Cuesta y Bárbara Lennie, en el que hacía el papel de Roi uno de los alumnos del instituto en donde se desarrolla la trama; y también en la serie para televisión El Pueblo, en la que participó en la tercera temporada y ahora graba la cuarta. El gallego Roque Ruiz volvió a demostrar su talento para que sí se pueda hablar de él como actor revelación, el domingo en el Auditorio de Cangas, con la representación de “Amantis”, en la que sale solo al escenario para indagar sobre las redes sociales, los nativos/as digitales. La obra se estrenó el pasado 14 de mayo en el Teatro Colón de A Coruña.

–¿Qué opina de las redes sociales?

– Son como un martillo; puede ser útil o te puedes reventar un dedo. Son como un arma de doble filo, hay que saber usarlas

–¿Cuáles son sus metas?

–. Ganarme la vida haciendo lo que me gusta lo primero, que no es poca cosa. Y disfrutar descubriendo siempre un poquito más este hermoso oficio, que esta lleno de sorpresas me han dicho.

–¿Qué siente cuando se refieren a usted como actor revelación?

–Es la primera vez que me llaman actor revelación, que yo sepa. Bueno es bonito pero las revelaciones son muy subjetivas, hay a quien se le revela la Virgen.

–La serie El desorden que dejas en Netflix le ha abierto esa ventana del éxito que todo actor anhela. ¿Cómo fue la experiencia?

–El exito que todo actor anhela es el trabajo, por lo menos así lo veo en mi círculo mas cercano y eso es verdad que me lo ha dado. Me siento muy agradecido por ello. La experiencia fue fenomenal imagínese, la primera vez que trabajas lo haces de la mano de tremendas actrices y actores, en tu casa y con Isabel Garrido, una compañera tan novata como tu con la que poder liberar tensión a risas. Fue un máster.

–También participa en “El Pueblo” que emite su cuarta temporada ¿Qué destacaría de esta serie?

–Que es comedia y es un registro que me gusta mucho y estoy rodeado de actores que la dominan, yo acabo de empezar en todo esto y no dejo de aprender de ellos. Además es una experiencia inmersiva porque dormimos en el propio decorado (si se le puede llamar así), es un sitio precioso en el que da gusto trabajar..

–¿Se decanta más por la pequeña pantalla que por el teatro ?

–Decantarse para mi es un delito, el trabajo del actor es actuar. Voy a hacer siempre ambas con el mismo amor. –¿Cómo se siente en Amantis? –De maravilla. Es la primera obra que hago a nivel profesional y para mas inri estoy yo solo en el escenario. Pasé por muchas emociones en el proceso de ensayos, desde la ilusión al miedo, pero como cuando hacía teatro en el colegio el día del estreno es una sensación inigualable que lo compensa todo, un poco yonki el tema. Además en el escenario estoy solo pero estoy muy arropado por Tamara, Coti y Jas (directora, escenógrafo y luces y sonido) y eso me ha hecho estar muy tranquilo. –¿En qué otros proyectos trabaja? –Tengo proyectos a medio plazo que me dan tranquilidad por suerte. –¿De dónde le viene su vocación por las artes escénicas? –Me viene de hacer el payaso, de la sinvergüenceria, de lo ridiculo, de pasarlo bien siendo un niño en definitiva. Luego con el tiempo esto evoluciona y se vuelve mas complejo, mas rico, pero no hay que perder de vista el aspecto lúdico. Yo empece de pequeño con el grupo Melandrainas de Arteixo, mi primera familia teatral y a la que le debo mi amor por esto. Mas allá de eso no sé porque soy actor, no recuerdo ninguna epifania. Hay cosas que si te las preguntas en exceso pierden el sentido. –¿Y su amor por las artes marciales? ¿A qué disciplina se dedica? –Que inesperada esta pregunta. Bueno pues es algo que también empecé muy de pequeño, aunque llevo dos o tres añitos sin hacer nada y lo estoy notando. Empecé en judo, competí en taekwondo e hice tres añis de bjj. Lo bonito de las artes marciales, como yo las entiendo, es que son una disciplina que aspiran al equilibrio mente cuerpo y ese es el efecto que tienen en mí.

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