“Neste espazo, a mostra queda preciosa”, expresaba ayer la presidenta de A Cepa, Pilar Ferrari, al ver colgados de las paredes de la Casa da Cultura los 22 paneles de grandes dimensiones con más de un centenar de fotografías que ilustran el paso de la villa de Cangas por el siglo XX. “Estas cousas hai que visibilizalas en lugares coma este, donde lucen como deben”, señaló la edil de Cultura, Aurora Prieto, que tuvo la iniciativa de brindarle ese escenario cuando supo que tales “xoias” estaban almacenadas en dependencias del colectivo en la Avenida de Bueu, en condiciones “poco adecuadas” por la humedad y limitaciones de espacio. Ambas representantes se dedican agradecimientos por que la muestra haya llegado a la Casa da Cultura como “refuxio estable”, aunque los paneles se descolgarán puntualmente para dejar paso a exposiciones itinerantes en ese espacio municipal.
Acompañando a Prieto y a Ferrari en el primer recorrido por la exposición estaban ayer la bibliotecaria de Cangas, Pilar Refojos, y los miembros de la directiva de A Cepa Ángela Fandiño y Fernando Cuñarro, autor este de los textos y coordinador del trabajo junto con Anxo Cabada y José Luís Lorenzo “Colón”, a quien todos apuntan como pieza fundamental en el trabajo de campo, con medios técnicos propios y, muchas veces, también económicos. Otras personas, como el cronista de Cangas Eugenio Eiroa Hermo, también han jugado un papel relevante, coinciden.
En un recorrido que se ajusta, como anillo al dedo, a las cuatro paredes de la sala de exposiciones Ángel Botello, los visitantes pueden empezar por una aproximación a la villa de Cangas, su historia y población, para continuar trayecto por el casco urbano y las parroquias de Aldán, Cangas, Coiro, Darbo y O Hío. La excolegiata y la Capela do Hospital, los cruceiros, las bandas de música y corales, la Semana Santa y sus procesiones, el Entroido, los medios de transporte, los deportes, las danzas y el folclore, el mar y la pesca, las sociedades marineras, las conserveras –con Massó al frente–, personajes ilustres, las escuelas, los acontecimientos sociales más relevantes y un repaso al trabajo de la Asociación Cultural A Cepa y la Escola de Adultos completan este itinerario fotográfico que alimenta la nostalgia y el orgullo propio. Y también es un recurso turístico, por lo que sus promotores barajan editar folletos informativos en diferentes idiomas, invitando a los visitantes a conocerlos.
