La familia del menor de Moaña denunciado con una multa de 2.000 euros por circular en un patinete eléctrico que la Policía Local considera un ciclomotor, por portar sillín y carecer de sistema de auto-equilibrado, está en total desacuerdo con la denuncia. Se pregunta “¿desde cuándo un patinete eléctrico que no tiene ni retrovisores, ni intermitentes y no llega a 25 km/h lo llaman ciclomotor?”.

Añade que el 4 de junio, al mismo menor, de 17 años, le había parado otra patrulla de la Policía con el mismo patinete; se lo midieron, así como el asiento, vieron su homologación “y le dijeron que no había ningún problema, simplemente le dieron el WhatsApp de la Policía para enviarle las características del patinete”. Se preguntan cómo en dos meses “la misma Policía Local cambia su forma de ver a un patinete eléctrico a un ciclomotor”.

Recuerda la familia que cuando fueron las restricciones por el COVID, las autoridades te avisaban si no cumplías las medidas y si volvías a no acatarlas, entonces te sancionaban: “¿Por qué entonces si este patinete ya no se considera así, sino un ciclomotor, no lo han avisado y si volvía a incurrir le pondrían la sanción?”. Consideran que la multa de 2.000 euros a un menor es un abuso, “que lleva ahorrando tiempo para comprarse un medio de transporte manteniendo la sostenibilidad del planeta”.

La denuncia implica una propuesta de sanción de sanción de 1.000 euros por circular sin seguro; de 500 por hacerlo sin permiso de circulación y de otros 500 por hacerlo sin matrícula, como cualquier ciclomotor

La familia asegura que se ha movido contra esta denuncia “porque nos parece una aberración“ y si las normas son tan cambiantes, que se pregunte la gente si un patinete con sillín, que una persona corriendo lo supera, igual tenemos que ponernos una matrícula cada uno”.

Ahora será Tráfico quien decida si la denuncia fue correcta o no, y si el patinete es ciclomotor o no.