Indignada. Así se muestra la alcaldesa de Moaña, la nacionalista Leticia Santos, con el comportamiento de la juventud que participó en los botellones y las peleas que se formaron en torno a las fiestas del Carmen de la localidad, este pasado fin de semana, sobre todo, en la noche del sábado y del domingo. Muestra su malestar también con la falta de apoyo de la Subdelegación del Gobierno a la que desde el Concello se había pedido refuerzo, por escrito, y solo envió a la Guardia Civil en la noche del viernes al sábado. La regidora pidió hoy explicaciones por escrito a la Subdelegación ya que el Concello cumplió en la parte que le correspondía reforzando la Policía Local con dos patrullas, pero se vio desbordada en la noche del sábado al domingo al estar sola y por la avalancha de jóvenes haciendo botellones.

Atendiendo la petición del concejal independiente de XM, Javier Carro, la alcaldesa convocó a final de la mañana una reunión de los portavoces de los grupos políticos con el jefe de la Policía Local, a la que solo acudió el edil independiente y el concejal de gobierno, Odilo Barreiro, para dar explicaciones de lo sucedido. Carro asegura en un comunicado que los hechos fueron "gravísimos" y que hay que empezar a meter coto a este tipo de celebraciones y sin excusar la "falta de civismo" de una parte de los moañeses que participaron en estos hechos y de otros vecinos llegados a la localidad desde otros concellos, cree que desde la política se debe de actuar para que no se incumplan las normas frente al COVID-19: "No solo se trata de prohibir, sino de convencer a todos de las necesidades reales en estos momentos tan difíciles en donde todos tenemos que pensar que es lo que queremos". Es cierto que la juventud se quiere divertir "¿pero a costa de quién?", se pregunta el concejal de oposición, y pide un punto de inflexión par salir de esta situación sin más muertes.

En la reunión, Leticia Santos asegura que se dio información a Carro de por qué se dieron los incidentes del sábado. Por parte del Concello se le dijo que él había participado en todas las reuniones con la comisión de fiestas, a invitación de la misma, para preparar la autorización de los festejos y se acordó que si cumplían todos los requisitos para ser autorizados, serían autorizados, como así fue, de lo contrario podría ser una prevaricación. También se explicó la falta de apoyo de la Subdelegación a la petición de refuerzo de la Guardia Civil, que sí estuvo en la noche del viernes, pero no en la del sábado, cuando hubo más jaleo.

La alcaldesa considera que el problema no estuvo en estos festejos, que incluían verbena, un concierto de rock y atracciones de feriantes, sino en la "quedada" de la juventud que demostró un comportamiento "incívico", ya no solo por la suciedad de restos de botellas, vasos y bolsas con los que quedó el paseo marítimo, sino por la agresividad con la que llegaron a actuar algunos, con peleas por las que un joven acabó en el hospital con una costilla rota además de actos vandálicos como la rotura de la luna de un coche. También asegura que uno de los jóvenes agredidos llegó a manifestar a la Policía que había recibido una descarga eléctrica presumiblemente de una pistola taser, de las que utilizan las fuerzas del orden, aunque en el lugar los agentes no encontraron nada. Se sospecha que la persona que lo denunció pudo haber recibido el "disparo eléctrico" de unos aparatos que son linternas que llevan detrás un zona de descarga.

Más restos del botellón en el paseo marítimo de Moaña. S.Á.

Añade que desde el Concello se reforzó la Policía Local con dos patrullas y se pidió por escrito la colaboración de la Guardia Civil a la Subdelegación del Gobierno, pero solo acudió en la noche del viernes al sábado y dejó a la Policía Local sola en la noche del sábado al domingo y se vio desbordada. Dice que es fácil culpar al Concello, pero entiende que también hay que ir a la responsabilidad individual de estos jóvenes, muchos de ellos menores que estaban haciendo botellón hasta las ocho de la mañana.

"Injusticia para la hostelería y la cultura"

Leticia Santos cree injusto que ahora sean los sectores de la hostelería y de la cultura, en los que incluye a las orquestas y atracciones de feria, los que paguen la consecuencias, cuando están cumpliendo con todas las medidas anticovid y es muy difícil contagiarse en un restaurante desinfectado y ventilado. Respecto a las atracciones de feria, asegura que el informe jurídico externo encargado por el Concello para la autorización permitía el horario hasta las cuatro de la mañana y asegura que su presencia no fue la que originó las peleas, ya que el viernes también estaban y no pasó el jaleo del sábado.

"No toda la juventud es incívica"

Leticia Santos quiere matizar que ella no culpa de incívica a toda la juventud, sino "a las personas aglutinadas incumpliendo las normas, porque sí hubo personas que no decidieron participar". También señala que la mayoría de las personas que tuvieron este comportamiento incívico no eran de Moaña, por lo menos las que figuran en las denuncias que realizó la policía en la noche del sábado y domingo por agresiones y actos de violencia eran personas de fuera, "ninguna de Moaña fue denunciada".