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Mostra de Cangas
Alicia Reyero Actriz y directora teatral

“Reivindicamos la causa desde la alegría pero sin dejar atrás la carga trágica”

Alicia Reyero, directora de “Ritos de amor y guerrra” | // NOEMÍ ELÍAS.

Cambiar los estereotipos que la ficción crea sobre los personajes femeninos fue el germen de creación de Comando Señoras. La formación llega esta noche [22.30 horas] al escenario del Auditorio con su obra “Ritos de amor y guerra”. Desde el humor, sin dejar atrás la carga emocional y trágica, la obra expone la situación que viven las mujeres hoy en día en diferentes ámbitos. Alicia Reyero, directora y actriz, analiza los componentes reivindicativos de su obra.

–¿Cómo nació Comando Señoras?

–Comando es el fruto de un taller con perspectiva de género que impartí en 2018. Surge con el objetivo de reconstruír los referentes que tenemos en la ficción, donde la mujer normalmente está asociada a unos cánones estéticos y a unos estereotipos que no nos representan.

–Es el estreno en Galicia de su obra “Ritos de amor y guerra”. ¿Qué reivindican en esta función?

–Reivindicamos, desde una perspectiva feminista, los cuidados que sustentan la economía y que nos han invisiblizado e incluso ridiculizado. Por otra parte, también reclamamos nuestro derecho y nuestra capacidad para sentir, disfrutar, reír y luchar. Las señoras son unas mujeres que luchan desde la alegría y vengan las violencias que vivimos día a día las mujeres, pero desde la diversión y sin dejar de lado la parte emocional.

–¿Qué peso tiene el humor en la obra?

–Siempre defiendo el humor por encima de todo porque creo que cualquier situación, por dramática que sea, entra mejor desde la comedia.Reivindicamos la causa desde la alegría y la festividad, pero no de manera exclusiva. Un feminicidio no se puede combatir desde la alegría. Cuando hablamos de que nos están matando hay una carga trágica y dramática evidente.

–¿Cómo son las señoras, las protagonistas?

–El grupo que hemos venido a Cangas lo conformamos 16 mujeres de diferentes edades, de diversas situaciones y contextos. Todas tenemos el mismo protagonismo, funcionamos como comando, como una banda de pajarracas.

–¿Ayudará la obra al público a darse cuenta de la situación de las mujeres?

–Es un espectáculo bastante catártico.No sé lo que pasará aquí porque en cada escenario en el que hemos estado suceden cosas únicas. Desde la metáfora, mostramos situaciones en las que muchas mujeres se ven identificadas y que no han llegado a verbalizar. Al ver estas situaciones reivindicadas desde el escenario, se produce un efecto espejo y empiezan a tomar conciencia. La experiencia también nos dice que, gracias a la obra, los hombres se dan cuenta de muchas violencias que ni se habían llegado a plantear y toman responsabilidades.

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