La comarca vivirá, la velada del miércoles 23 de junio para el jueves 24, su segunda noche de San Juan marcada por la pandemia de COVID-19. Por la situación sanitaria los concellos de Cangas y Moaña han decidido prohibir las hogueras en las playas y espacios públicos de ambos municipios. Además, se reforzará la presencia policial, vigilando sobre todo los arenales para evitar “botellones” y hogueras. El pasado verano en Cangas se detectaron algunas reuniones de jóvenes que fueron disueltas, pero sin mayores incidentes. En Moaña la Policía Local duplicará su presencia nocturna con dos patrullas. En Cangas la intención del cuerpo municipal es operar también con otras dos patrullas en la noche de San Juan.
En Bueu, por su parte, el equipo de gobierno tomará hoy una decisión sobre las hogueras una vez estudiadas las restricciones que impone la Xunta de Galicia al respecto, aunque todo apunta a que se prohibirán los fuegos en la vía pública, como ocurre en el resto de la comarca.
En lo que respecta a los terrenos privados, deberá comunicarse a los concellos la celebración de hogueras cubriendo una instancia general en el registro. Los responsables deben cumplir con unas normas de seguridad y prevención que les impiden ubicar las piras bajo tendidos eléctricos y telefónicos.
Las “cacharelas” tendrán que guardar también una separación mínima de 12 metros lineales con respecto a la vegetación, casas y edificios más próximos. Además, la altura máxima de las hogueras será de 14 metros y su diámetro de combustión no puede ser superior a los 6 metros de ancho. Para la combustión solo se podrán emplear leña, ramas, troncos de árboles o material de madera, quedando prohibidos los materiales inflamables como plásticos, botellas o neumáticos.
Cangas emitió incluso un bando de la Alcaldía alertando de la prohibición de las hogueras en espacios públicos y añadiendo que las personas que asistan a aquellas en terrenos privados no se podrán situar en una área de diámetro similar a la altura del palo central. Las personas organizadoras deberán tener a mano los teléfonos de contacto de emergencias para llamar en el caso de algún accidente, así como contar con la previsión de medios de extinción que permitan apagar el fuego a la mayor brevedad posible. El solicitante del permiso será también el responsable del cumplimiento de las normas sanitarias relacionadas con la pandemia.
Por segundo año no se repetirán estampas como la playa de Rodeira llena de hogueras con grupos de amigos disfrutando de la que debería ser una de las noches más mágicas del año.
