La tala de eucaliptos, pinos y acacias que está acometiendo la Comunidade de Montes de Moaña en el entorno del mirador de A Fraga encara ya su fase final, con la retirada de los árboles en la parte superior de la carretera general PO-313, con un cambio del paisaje ya evidente.
Los comuneros iniciaron, a mediados de febrero, una gran tala en esta zona, de unas 3 hectáreas de superficie, que llegó a las redes sociales con quejas de algunos vecinos.
Finalmente, desde la comunidad de montes aclararon que se trata de una tala recogida en su plan de explotación, aprobado en asamblea, y que sirve también para acatar las órdenes de la Xunta de Galicia para luchar contra el riesgo de incendios y mantener así varios metros de distancia entre las carreteras principales y las masas forestales de estas especies pirófitas. Asimismo, los comuneros explican que apostarán por repoblar las zonas taladas con especies frondosas autóctonas como castaños o carballos. Hace un par de años se había ejecutado también una tala similar en el entorno de A Cruz da Maceira para alejar las especies con más riesgo de incendios de ese tramo de la carretera general entre Moaña y Marín.
