La muerte de José Carlos Carrera “Cholo” sorprendió a muchos de sus amigos y a quienes le admiraban. A él, que dio el último adiós a tantos vecinos en Cangas desde el tanatorio de su propiedad en la localidad, le dieron ayer ese triste adiós a los 87 años de edad. Muchas de las personas que le conocían no quieren dejar pasar la ocasión para recordar que Cangas ha perdido a un gran vecino, cangués nato en su manera de proceder y de ser, amante y orgulloso de sus orígenes, de su Alondras de fútbol, del que era forofo, y de su vocación de carpintero con la que dejó obras para la historia de esta villa. No era un simple ebanista, era un carpintero de banco, maestro de mucha gente en Cangas, como hace honores Jesús Bernárdez “Caramuxo” al recordarle. Todo el entorno de las cofradías religiosas de Cangas muestran su pesar por la pérdida de “Cholo”, siempre dispuesto a lo que hiciera falta y hombre destacado como empresario y por sus habilidades como imaginero. Suyo es el diseño y la construcción de la figura articulada del Cristo de la Borriquilla; como también el retablo de la Virgen de Darbo, siempre buscando la parte técnica. Porque él buscaba lo mejor para Cangas.