Movimiento de clientes en el mercadillo extraordinario. | // G.NÚÑEZ

Solo el cierre de algunos establecimientos comerciales, las fachadas decoradas con imágenes religiosas y las bombas de palenque escenificaron que Cangas celebraba ayer su festivo local en honor a la Virgen de los Dolores, por la que se oficiaron misas a las nueve de la mañana, 12 del mediodía y, la solemne, a las siete de la tarde, tras el tradicional Via Crucis. Es el primer acto relevante de la Semana Santa de la localidad, que vivirá mañana su segundo capítulo con la celebración del Domingo de Ramos, aunque la “Borriquilla” solo estará presente impresa en una lona colgada de la fachada de uno de los edificios que mira a los jardines de Félix Soage y la bendición de palmeras y ramos se limitará a las misas, con la solemne a las 12 del mediodía.

El buen tiempo animó ayer las ventas en el mercadillo ambulante y la plaza de abastos, que abrieron de forma extraordinaria como ya lo hicieron el pasado viernes, festividad de San José. Los comerciantes alegan que es una opción para paliar las consecuencias económicas de la pandemia de COVID-19 y, en general, se mostraron satisfechos por un volumen de ventas “acorde con estas fechas”.