La han bautizado como Nanín y, tras haber sido recogida en las redes por un pesquero de Bueu la semana pasada, continúa en la UCI de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) mientras expulsa de forma continua todos los plásticos que tiene dentro de su organismo. Nanín es un ejemplar juvenil de tortuga común de unos 30 centímetros que representa una llamada de atención sobre la situación de los océanos. “Continúa en estado crítico mientras la observamos y se le realizan pruebas diagnósticas”, señala el portavoz del Cemma, Alfredo López, que añade que “llegó en mal estado porque fue capturada, pero aparte de eso no presenta heridas y su peso es normal”. Eso sí, desde el primer momento, señala, “defeca plásticos, y habrá que ver las consecuencias”. López apunta que la presencia de microplásticos (elementos de hasta cinco milímetros de tamaño) en toda la fauna marina es por desgracia algo habitual, pero que ahora ya empieza a ser demasiado frecuente que haya macroplásticos (de más de un centímetro) en los estómagos de animales como las tortugas.

No es extraña la presencia puntual de estas tortugas en las rías. Los animales pasan frente a las costas gallegas moviéndose en la Corriente del Golfo y puntualmente alguna puede desviarse. Después de los temporales suelen aparecer ejemplares, y más aún si se registra la llegada de medusas, el mejor indicador de que las tortugas llegarán poco tiempo después, habida cuenta de forman parte de su alimentación.

Desde la sede del Cemma en Nigrán confían en que la evolución de la tortuga sea positiva en los próximos días para poder devolverla al mar en cuanto esté plenamente recuperada.